728x90 AdSpace

LO ÚLTIMO
jueves, 20 de junio de 2019

EDITORIAL, "Nuestra Histórica Bandera Nacional":


Siempre me gustó escribir y sentí la necesidad de remontarme a nuestra historia, más exactamente a la creación de nuestra BANDERA.

La historia de la Bandera Argentina, que data de 1812, está envuelta en una curiosa mezcla de la lucha revolucionaria por nuestra Independencia.

Imagino el sentimiento patriótico de su creador "Manuel Belgrano" quién peleó muchas batallas, algunas con éxito, otras no.

Pero siguió firme con su compromiso inquebrantable de batallar por sus ideales, abandonando sus intereses privados y así, ser parte de acontecimientos tan importantes como la Revolución y la Independencia.

Cuando surge la idea de tener un símbolo distintivo para su ejército, (debemos situarnos en 1812), solicita la colaboración de una mujer, la hermana de un amigo suyo, María Catalina Echevarría de Vidal (hija de inmigrantes vascos), para que confeccionara la primera Bandera Nacional, blanca y celeste con hilos dorados, conforme a los colores de la escarapela.

María era una humilde modista de Capilla del Rosario del Pago de los Arroyos (hoy, Rosario).

El trabajo encomendado por nuestro prócer, le demandó cinco días y lo realizó con la colaboración de dos vecinas cuyos nombres, una vez más, han quedado en el olvido.

Ella tuvo un alto espíritu patriótico, porque coser la Bandera implicaba un fuerte compromiso con la causa de la Independencia, sin embargo, la historia la ha olvidado como a tantas otras mujeres que bregaron por sus ideales.

No solo confeccionó la enseña patria. 

También asistió a la ceremonia de jura, a orillas del Paraná, a pesar de que no era común que las mujeres participaran en ceremonias militares.

Esta Bandera Nacional fue enarbolada por primera vez en la Batería Independencia, en Rosario, el 27 de febrero de 1812, por decisión de Belgrano, para poder distinguir su tropa de la enemiga, ya que ambas usaban un distintivo colorado.

Belgrano informó al Triunvirato: 
"Siendo preciso enarbolar Bandera y no teniéndola, la mandé a hacer celeste y blanca, conforme a los colores de la Escarapela Nacional. Espero que sea de la aprobación de vuestra excelencia".

Pero el Triunvirato no tenía pensado cortar los lazos con España. 


De hecho, poco antes el Gobierno había proclamado "la unidad indivisible de la nación española de la cual forman parte las provincias del Río de la Plata".

De inmediato, Bernardino Rivadavia, secretario de Guerra del Triunvirato, le escribió a Belgrano: 
"Haga pasar como un rasgo de entusiasmo el suceso de la Bandera blanca y celeste enarbolada, ocultándola disimuladamente".

Pero Belgrano no recibió a tiempo esa carta porque se encontraba en viaje hacia Salta para ponerse al frente del Ejército del Norte; y fue así como el 25 de mayo de 1812 volvió a hacer jurar allí la Bandera.

Luego de caer derrotado en Vilcapugio en 1813, y mientras reagrupaba a su ejército en el pueblo de Macha (hoy territorio de Bolivia), Belgrano ordenó ocultar la Bandera.

En 1816 el Congreso de Tucumán institucionalizó la Bandera con dos franjas celestes y una blanca en el medio.

Primero la nombró "Bandera Menor" para usar solo en "Ejércitos, Buques y Fortalezas", pero al poco tiempo, por pedido del director supremo Juan Martín Pueyrredón, la designó como Bandera oficial.

Debía tener tres franjas, la del medio debía tener el doble de tamaño para que, en caso de guerra, tuviera el dibujo de un sol.

El color de las otras dos debía ser más azul celeste que celeste.

Existieron distintas versiones de la Bandera utilizada por Artigas en el tiempo de la Liga Federal o Unión de Pueblos Libres conformada (1814 y 1820) por la Banda Oriental y parte de las actuales provincias argentinas de Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Córdoba y Santa Fe.

La más conocida es la Bandera cuyo diseño “polemiza” con el de la Bandera celeste y blanca a través de una franja roja que la cruza de punta a punta, cuya función sería representar la sangre derramada en favor de la defensa de la autonomía de los pueblos.

La Bandera utilizada por la Confederación durante el liderazgo de Juan Manuel de Rosas también disidente de la “celeste y blanca”.

Durante su primer mandato (1829-1832), Rosas cambió el azul celeste por un azul profundo, ya que la bandera celeste se asociaba usualmente con los unitarios.

Durante su segunda gobernación (1835-1852), le agregó cuatro gorros frigios en los vértices, los símbolos distintivos de la Federación.

El Congreso Constituyente de 1853, al que no adhirió la provincia de Buenos Aires, volvió a los colores celeste y blanco con el sol en la franja media, tomando como referencia la Bandera consagrada por el Congreso Constituyente en 1816.

Una modificación que incorporó fue el cambio de proporciones entre las franjas: la blanca debía tener el mismo ancho que las celestes.

Esta versión de la Bandera Nacional se asemeja a la que hoy conocemos.

En 1938 se consagró al 20 de junio como "Día de la Bandera" para honrar a su creador, "Manuel Belgrano", que pasó a la inmortalidad en 1820, pobre y olvidado.

A partir de 1985, ya en tiempos de Democracia, se decidió que el sol de la Bandera no debía ser considerado como símbolo de guerra, sino como evocación del "Sol de Mayo".

Quiero destacar en este escrito, que el amor a la Patria, a la Bandera y a sus Próceres se enseña desde la infancia.

Son los establecimientos educativos, el segundo sitio de gran importancia (después de la familia), en tomar contacto con nuestra educación y formación.

La Bandera al igual que otro símbolo patrio, es un reflejo de nuestra cultura, valores, metas en definitiva de nuestra historia.

He sido testigo en actos escolares, en conmemoraciones públicas, en los cuales al escuchar el Himno Nacional, y hacerse presente la Bandera Nacional, muchos asistentes no cantan las estrofas del mismo, y si lo hacen no sienten la emoción que ese momento implica.

Somos ciudadanos argentinos, no simplemente habitantes y como tal, tenemos derechos y responsabilidades.

Por lo tanto, debemos tener en claro que nuestros actos se ven reflejados en nuestros hijos que son los futuros hombres de nuestro país.

La construcción de nuestra identidad nacional es responsabilidad de todos los argentinos.

Me despido de todos ustedes hasta el próximo encuentro, dejándoles una de las frases célebres de Manuel Belgrano:

"Me hierve la sangre al observar tanto obstáculo, tantas dificultades que se vencerían rápidamente, si hubiera un poco de interés por la patria".




  • Comentarios del Sitio
  • Comentarios de Facebook

0 comentarios :

Publicar un comentario

Artículo revisado: EDITORIAL, "Nuestra Histórica Bandera Nacional": Clasificación: 5 Revisado por: Cadena Noticia Sur