Durante el primer mes del año, la variación mensual de la canasta básica alimentaria (CBA) -se utiliza para estimar la indigencia- y de la canasta básica total (CBT) -pobreza- fue de 0,9%, muy por debajo del 2,2% de inflación.
En un año, la canasta total subió 73,2%, por debajo del costo de vida.
Por otro lado, la alimentaria anual subió aún menos, un 58,8%.
En diciembre del 2024, una familia había necesitado $1.024.435 para no ser pobre, mientras que en noviembre del mismo año había necesitado $1.001.466 para no caer en la pobreza y $434.620 para mantenerse por encima del umbral de la indigencia.
La suba de un mes al otro había sido del 2,3%.
La Canasta Total, además de alimentos, incluye varios puntos del gasto de los hogares, como indumentaria, salud, transporte o educación, lo que determina la línea de pobreza.
En tanto, la Alimentaria releva solamente bienes de primera necesidad y establece la línea de indigencia.
Para el número oficial que se dio a conocer se tomaron en cuenta familias de cuatro integrantes (dos adultos y dos menores).
Por lo tanto, para grupos de dos, tres o más de cuatro, el número es diferente y debe calcularse de acuerdo a la estimación individual que también da a conocer el INDEC en el mismo informe.
Un hogar de tres integrantes, en tanto, precisó $822.958 para cubrir la Canasta Básica Total y $360.947 para la Canasta Básica Alimentaria.
Una familia de cinco miembros, por su parte, necesitó $1.087.241 y $476.860, respectivamente.
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