Cada vez más difícil.
Una FAMILIA (de cuatro integrantes) necesitó en diciembre del año pasado $54.208 para no caer debajo de la línea de pobreza y $22.681 para no estar en condiciones de indigencia.
En ambos casos sin contar los gastos de alquiler, ni de pago de expensas, de acuerdo con el informe dado a conocer este jueves por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
De esta forma, el salario mínimo vital y móvil, actualmente $20.587,50, y la jubilación mínima, de $19.035, no alcanzan a cubrir los gastos de indigencia y ni siquiera la mitad de los de pobreza.
De esta forma, el salario mínimo vital y móvil, actualmente $20.587,50, y la jubilación mínima, de $19.035, no alcanzan a cubrir los gastos de indigencia y ni siquiera la mitad de los de pobreza.
Los gastos de consumo de una familia en situación de pobreza aumentaron 4,7 por ciento en diciembre y 39,1 por ciento en todo el 2020, lo que revela que ese estrato social debió soportar incrementos mayores al nivel general de inflación, que fue respectivamente de 4 y 36,1 por ciento.
Pero las familias en situación de indigencia tuvieron que sobrellevar en el 2020 peores condiciones que el resto de la sociedad en cuanto a la evolución de sus gastos de consumo, que tuvieron un aumento en diciembre del 5,1 por ciento y en todo el año del 45,5 por ciento, 9,4 puntos porcentuales más que la inflación general.
En ese sentido, el capítulo "Alimentos y bebidas no alcohólicas" tuvo un incremento del 42,1 por ciento, seis puntos porcentuales más que la inflación global, en tanto los servicios que no están al alcance de los sectores indigentes aumentaron menos que los precios generales.
OTROS DATOS:
Salud (28,7%), Educación (20,1%) , Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (17,6%) y Comunicación (7,6%).



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