Miles de kilos de frutas están ingresando a la Argentina en las últimas semanas desde Chile y Europa, lo que configura una estocada durísima para los productores locales que están trabajando a pérdida.
Por ello, los productores llegarán desde la provincia patagónica hasta la Plaza de Mayo donde además de regalar peras y manzanas pedirán en el portón de la Casa Rosada ser recibidos por el jefe de Estado.
Sebastián Hernández, presidente de la Cámara de Fruticultores de Allen (Río Negro), dijo hoy que junto a las peras y manzanas se entregará un folleto en el que se explica la crisis que atraviesa el sector.
El consumidor está pagando muy caro por la fruta y el productor está recibiendo poquito y nada, lo que empuja a muchos a la desaparición, dijo Hernández .
También señaló que los los productores cosechan las frutas pero no tienen la infraestructura para venderlas, mientras que un grupo de empresas comercializadoras condicionan y pagan lo que quieren por el producto.
Nosotros queremos que haya una ley para cobrar lo que nos corresponde. Nosotros tenemos que entregarla a la fruta sí o sí y las empresas tardan hasta 12 meses para pagarnos, señaló el productor.
La entrega de los 10.000 kilos peras y manzanas que llegaron en un camión desde Río Negro-será el martes desde las 9:30 de la mañana en Plaza de Mayo, donde los productores buscarán darle visibilidad a la crisis.
En la manzana, entre lo que cobra el productor y lo que paga el consumidor, hay un 851 por ciento de diferencia, y en la pera, 1009 por ciento, detalló Hernández, visiblemente angustiado por la situación.
Según explicó, el conflicto viene desde hace tiempo, pero se profundizó en los últimos meses ante el incremento de los costos d de producción, lo que ha provocado que muchos productores estén desapareciendo.
Es una vergüenza que el consumidor esté pagando tan caro cuando al productor le quedan migajas.
Necesitamos decisiones políticas para el sector, y que nos puedan asegurar que la pera y la manzana tengan un precio como tiene toda la cadena.
Estamos cobrando miseria al lado de lo que llega al consumidor, insistió.