"Peti", tenía 17 años y era investigado por diez homicidios.
Había asesinado a un joven y estaban buscando venganza.
Entonces se escondió en lo de su novia, en la manzana 12 de la Villa 15, en Ciudad Oculta, barrio porteño de Villa Lugano.
Fue allí donde cuatro encapuchados se lo cruzaron. No le dieron ninguna oportunidad. Lo acribillaron de tres balazos con armas calibre 9 milímetros.
Eran las dos de la madrugada cuando Leandro entró en estado desesperante al Hospital Santojanni.
Eran las dos de la madrugada cuando Leandro entró en estado desesperante al Hospital Santojanni.
Lo operaron, pero no pudieron hacer nada por salvar su vida. Según una investigación preliminar de la División Homicidios de la Policía Federal, lo asesinaron en el marco de un compleja trama de venganza.
Unos días antes de su muerte (el 26 de abril), un chico del barrio había sido agredido de varios disparos. Todos señalaron a “Peti” como el tirador y no se lo perdonaron.
Unos días antes de su muerte (el 26 de abril), un chico del barrio había sido agredido de varios disparos. Todos señalaron a “Peti” como el tirador y no se lo perdonaron.
“Fueron a buscarlo directo para matarlo. El andaba con una bandita, pero solía robarle a ‘transas’ y consumidores.
El problema es que robaba adentro de la misma villa y ahí no se aceptan ‘turrones’: en cuanto uno se hace el loco o el ‘malandra’ lo bajan enseguida”, contó una fuente del caso.
La Policía Bonaerense empezó a buscarlo por todas partes. No hubo caso, no apareció. La primera novedad certera sobre dónde estaba llegaría recién el martes de la semana pasada, con el ataque en Ciudad Oculta.
La Policía Bonaerense empezó a buscarlo por todas partes. No hubo caso, no apareció. La primera novedad certera sobre dónde estaba llegaría recién el martes de la semana pasada, con el ataque en Ciudad Oculta.
Y mientras las divisiones de Homicidios de la Federal y de la Bonaerense se ponían de acuerdo para atraparlo, Leandro cayó (según se cree) bajo la mira de los cuatro encapuchados ¿Quiénes lo asesinaron?.
Hay algunos indicios, pero aún no se sabe. La Policía informó del arresto de dos sospechosos del homicidio, ambos menores de edad, uno de ellos apodado “El Baba”.
Además del crimen de Palacios, “Peti” también estaba acusado de matar a Julio Acosta (20), un amigo suyo. Ese hecho sucedió el 6 de julio del 2014. Leandro tenía entonces solo 15 años. Acosta fue baleado en su propia casa, también en Villa Jardín.
La novia de ese joven y otro testigo coincidieron en que “Peti” era el asesino, pero hablaron de un accidente.
Además del crimen de Palacios, “Peti” también estaba acusado de matar a Julio Acosta (20), un amigo suyo. Ese hecho sucedió el 6 de julio del 2014. Leandro tenía entonces solo 15 años. Acosta fue baleado en su propia casa, también en Villa Jardín.
La novia de ese joven y otro testigo coincidieron en que “Peti” era el asesino, pero hablaron de un accidente.
Dijeron que estaban comiendo pizza y tomando cerveza. Y que, en determinado momento, Leandro se puso a jugar con un revólver. El “chiste” terminaría en tragedia, Acosta recibió un tiro en medio del pecho.
En Villa Jardín, a “Peti” le tenían terror. Los vecinos preferían no cruzárselo, evitaban cualquier discusión, sabían que era pistolero, lo tildaban de “rastrero”. Y él era desconfiado, retraído, pero actuaba sin culpas ni remordimiento.
A mediados del 2014 (y solo en ese año) ya acumulaba más de 14 causas judiciales por tenencia y abuso de armas, lesiones graves, robos y, la más compleja, homicidio.
En Villa Jardín, a “Peti” le tenían terror. Los vecinos preferían no cruzárselo, evitaban cualquier discusión, sabían que era pistolero, lo tildaban de “rastrero”. Y él era desconfiado, retraído, pero actuaba sin culpas ni remordimiento.
A mediados del 2014 (y solo en ese año) ya acumulaba más de 14 causas judiciales por tenencia y abuso de armas, lesiones graves, robos y, la más compleja, homicidio.
Apenas días antes de matar a Acosta, había estado preso dos veces y se había escapado en forma consecutiva de tres institutos de menores. Siempre volvía al barrio.
“Era un pobre pibe, había instalado el terror en la villa. De nene le pusieron un arma en la mano para que saliera a robar. Al padre lo mataron cuando él era chico. El día que enterraron a Palacios, él estaba a unas cuadras pegando tiros al aire y haciendo alarde del crimen. Tuvo que escaparse de Villa Jardín porque otra banda estaba por ir a buscarlo”, contó un vocero.
“Peti” tuvo un final anunciado, fiel a su estilo de vida.
“Era un pobre pibe, había instalado el terror en la villa. De nene le pusieron un arma en la mano para que saliera a robar. Al padre lo mataron cuando él era chico. El día que enterraron a Palacios, él estaba a unas cuadras pegando tiros al aire y haciendo alarde del crimen. Tuvo que escaparse de Villa Jardín porque otra banda estaba por ir a buscarlo”, contó un vocero.
“Peti” tuvo un final anunciado, fiel a su estilo de vida.
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