Confrontar, confrontar y confrontar.
Desde el estrado de la cadena nacional Cristina Fernández de Kirchner con su dedo índice en ristre dijo “ese yuyito” (por la soja) para condenar al campo que reclamaba por las retenciones.
Nos cansamos de escuchar diatribas contra periodistas y opositores, nada se escapó a la lógica “amigo-enemigo”.
En este sentido parece que poco cambios hubo. Da la impresión que los argentinos quedamos atrapados en esa lógica binaria de que lo que no está conmigo está contra mi.
No hay tercera posición. Todo lo kirchnero-peronista es malo en cambio todo lo pro es bueno, aunque se trate de cuentas offshore.
Aunque veamos como día a día se licuan las esperanzas de “hambre cero”. Claro en medio de esta confrontación cada cual debe salvarse como pueda, aunque ya tenemos la experiencia de que así son muy pocos los que se salvan y para peor son siempre los mismos.
Somos católicos pero no tomamos en cuenta los avisos de Bergoglio, el Papa argentino que adoptó, y no por casualidad, el nombre de Francisco.
Nos advierte sobre el futuro inmediato porque no tiene “ la menor duda de lo que se venía(con el gobierno de Macri), aparte una gran preocupación por los apoyos que se están buscando internacionalmente, fundamentalmente la preocupación por sujetos como (el presidente de Elliot Management Corp) Paul Singer" de acuerdo a lo expresado por Gustavo Vera, titular de la ONG LA ALAMEDA, que viene denunciando las tratas de personas y los trabajos esclavos, sobre todo durante el gobierno de Macri en la Ciudad de Buenos Aires.
Socialismo vs. Liberalismo, saltamos de la sartén y caemos en el fuego. Todo es contradictorio, todo es confrontación.
Ahora hay que especializarse en capar monos, ya que eso parece indicar el grado de manejo político que tengan nuestros gobernantes.
Nuestro presidente escapa a la realidad de los despidos y de la inflación galopante con una ironía, como la del yuyito ese, "Si fuera cuestión de leyes, saquemos una ley que diga que somos todos felices" contestando a Moyano y al impulso de la ley antidespidos.
Sabe Macri que difícilmente no sea aprobada por diputados, luego de la media sanción en senadores, y se desespera porque esa ley pone muy incómodos a los grandes intereses empresariales que lo sostienen sobre sus piernas.
Hasta Massa dijo que la va a apoyar, claro después que los diputados aliados se pronunciaran en ese sentido.
Si embargo, no habrá mesa de diálogo, los asesores de la confrontación no lo creen conveniente, por eso Marcos Peña le toma el pelo a Hugo Moyano diciendo “No se cuanto sabe Moyano de capar monos”, ninguneando la concurrida manifestación del viernes 29 de abril.
Me extraña que siendo un 29 a ningún craneoteco pro se le ocurriera mencionar los ñoquis, aunque sí se acordaron del día del animal, ¿será por los monos y sus parientes los gorilas?.
Lo que me queda claro que después del viaje a la estratósfera de Carlitos Menem, el tren bala de CFK, viene “hambre cero” de MM.
LINDO CAMBIO, CAMBIEMOS !!!.
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