Esta historia que emociona se produjo en Junín.
Los animales siempre nos dan un ejemplo de vida, que el hombre poca veces la pone en practica.
Los perros, fueron, son y serán los mejores amigos.
La historia del "linyera" no es una historia mas sino, te llega al corazón.
Roberto Castro era un personaje que caminaba por las calles de Junín.
Ningún habitante de esta localidad bonaerense podrá olvidar es que siempre lo hacía acompañado por su perro.
El viernes pasado, tras pasar internado los últimos 15 días, una neumonía acabó con la vida de este linyera que durante años vivió entre el odio y el cariño de muchos vecinos.
Roberto ya no forma parte de este mundo. Pero para la despedida dejó otro capítulo de su imborrable historia.
Durante el entierro, llevado a cabo en el Cementerio del Oeste, su mascota, el amigo fiel (su perro de raza Galgo), acompañó el cortejo fúnebre y se recostó junto a la tumba.
Las imágenes del perro generaron angustia, admiración y un sin fin de sentimientos encontrados en las redes sociales, sobre todo de aquellos que conocieron tanto a Roberto como a su perro.
Las imágenes del perro generaron angustia, admiración y un sin fin de sentimientos encontrados en las redes sociales, sobre todo de aquellos que conocieron tanto a Roberto como a su perro.
Que es en sí mismo una redundancia, porque durante años, a la vista de todos y la indiferencia de algunos, ellos caminaron siempre juntos a la par.
Tan juntos, que uno acompañó a su amigo hasta su última morada.
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