En un intento de robo, Marcos Bentos de 65 años fue brutalmente asesinado de tres disparos en la puerta de su casa del partido bonaerense de Quilmes.
En el lugar, tres delincuentes lo abordaron con la intención de robarle la camioneta y le dispararon a sangre fría. Ya con el vehículo en su poder, los asaltantes escaparon, pero luego de una persecución policial, dos de ellos –de 18 años- fueron detenidos tras perder el control y chocar contra otro rodado.
"No se puede vivir así, en síntesis no se llevaron nada. La camioneta está en la comisaría. No tiene sentido lo que le hicieron, le hubieran pegado un tiro en la pierna, no lo hubiesen matado, tres tiros por la espalda", expresó Darío, hijo de la víctima.
El joven relató que cuando su madre entró a la casa para "abrir la puerta del garaje desde adentro, escuchó los disparos" y al salir a la calle encontró muerto a su marido, "tirado en la vereda".
"Las leyes tendrían que cambiar, tenemos un sistema burocrático de leyes que es un asco, calculo que un año esta gente (por los dos detenidos) van a estar haciendo lo mismo de vuelta", subrayó el hijo de la víctima.
En diálogo con el canal C5N, el joven añadió: "Uno no puede salir tranquilo a comer, volvés a tu casa y te matan por nada. Los ladrones al final no se llevaron nada".
La familia de Bentos volcó sus sospechas en los habitantes de un predio usurpado existente en las inmediaciones de su casa.
"Antes salía a jugar a la pelota a la calle, a cualquier hora y no te pasaba nada, pero desde que llegó esta gente (en referencia a los que usurparon el terreno) la zona se volvió insegura", comentó el hijo del jubilado.
Por su parte, el jefe de la Departamental Quilmes, comisario Fernando Grasso, descartó que el hombre se haya resistido al robo, al remarcar: "Es muy probable que hayan tirado por el solo hecho de tirar".

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