El dueño de una tornería fue encontrado asesinado de un balazo en el pecho junto a su camioneta, en el partido bonaerense de La Matanza y los investigadores procuran determinar si se trató de un homicidio en ocasión de robo, informaron ayer fuentes policiales y judiciales.
El hecho fue descubierto en el cruce de Larraya y Albarellos, en el barrio San Carlos de dicho partido del sudoeste del conurbano, donde la víctima, identificada por la Policía como Antonio Caterina (42), yacía muerta sobre un sector parquizado de una vereda, a unos metros de su camioneta Renault Partner.
Fuentes policiales informaron que fue cerca de las 22.15 del domingo cuando un vecino oyó dos disparos, salió a la calle y al advertir la presencia de Caterina tirado llamó al 911.
Cuando los efectivos arribaron a la escena del crimen constataron que el hombre estaba muerto a raíz de una herida de bala con orificio de entrada pero no de salida en el pecho, precisaron voceros judiciales.
De acuerdo a las fuentes, Caterina tenía en una de sus manos las llaves de su camioneta, la cual estaba con el motor apagado pero con los limpiaparabrisas encendidos al momento del hallazgo del cadáver.
Al inspeccionar el vehículo, los peritos hallaron dos impactos de bala en el parabrisas que, por las marcas que dejaron en los cristales se determinó que habían sido disparados de adentro hacia afuera y de abajo hacia arriba, es decir que el tirador se encontraba dentro del vehículo.
En ese sentido, los pesquisas creen que Caterina quiso huir del lugar, antes o después de ser baleado, y cayó sobre la vereda.
Según los voceros, en uno de los bolsillos de la víctima se encontraron unos 1.400 pesos en efectivo, mientras que el interior de la camioneta se halló un teléfono celular, por lo que, sumado a que no se llevaron el vehículo, los pesquisas no descartan otra hipótesis sobre el móvil del crimen más allá de la del intento de robo.
'Si bien todo apunta a un intento de robo, no descartamos otras dos hipótesis, ya sea de algún conflicto familiar o algo sentimental', explicó un jefe policial que participa de la pesquisa.
Los investigadores determinaron que Caterina residía con su mujer en la localidad de Isidro Casanova, a unas 30 cuadras de donde apareció asesinado, y a unos 200 metros de su tornería.
"El hombre le dijo a su mujer que se iba al taller a terminar un trabajo y se retiró en su camioneta. Era habitual que realizara trabajos en horas nocturnas para entregar al día siguiente", dijo el investigador consultado.
En ese sentido, la mujer contó luego a los investigadores que Caterina se retiró de la vivienda alrededor de las 20 y que no supo más nada de él hasta que le avisaron que lo habían asesinado.
'No sabemos si llegó a ir hasta la tornería ni por qué estaba en el lugar donde se produjo el crimen', señaló un vocero judicial, quien contó que la mujer de Caterina, si bien estaba 'shockeada' por lo ocurrido, contó que el hombre no tenía enemigos ni deudas y que le faltaba un aparato Nextel.
0 comentarios :
Publicar un comentario