Ricardo Noir, quien esta temporada defenderá los colores del Taladro en Primera división, sufrió el pasado viernes una pesadilla cuando padeció un secuestro exprés en la localidad de Banfield, donde le cruzaron una camioneta Eco Sport negra y delincuentes se le subieron al auto. Así lo aseguró su representante Ruben Schwab.
Durante más de una hora, el joven atacante debió aguantar el hostigamiento de los delincuentes, que lo golpearon y lo amenazaron con un arma e incluso lo obligaron a ir a la casa de su representante, a quien también asaltaron. Pese a ello, Noir se presentó a entrenar este lunes con normalidad, aunque se lo notó caído anímicamente por la situación atravesada.
"Mi vida estuvo en manos de unos delincuentes. Creí que me iban a
matar", contó el deportista que se formó en Boca, y agregó: "Me
golpeaban y me mostraban que el arma estaba cargada".
"Estos días ni dormí. Me llevaron a todos lados en remís. Recién hoy volví a manejar. En un momento tuve ganas de dejar todo, de tirar todo a la mierda y volverme a mi pueblo. Me siento culpable por lo que tuvo que vivir mi representante. Pero no tuve otra alternativa. No se conformaban con el auto y con la plata que les había dado", indicó.
"Tuve mucho miedo, sobre todo por mis hijos. Ahora tengo que darle adelante. Le agradezco la contención a todo el grupo, a todo el plantel", finalizó.
"Estos días ni dormí. Me llevaron a todos lados en remís. Recién hoy volví a manejar. En un momento tuve ganas de dejar todo, de tirar todo a la mierda y volverme a mi pueblo. Me siento culpable por lo que tuvo que vivir mi representante. Pero no tuve otra alternativa. No se conformaban con el auto y con la plata que les había dado", indicó.
"Tuve mucho miedo, sobre todo por mis hijos. Ahora tengo que darle adelante. Le agradezco la contención a todo el grupo, a todo el plantel", finalizó.
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