Memo, tal como se lo conocía en el barrio, es el principal sospochoso por el
incendio que terminó con la vida de toda una familia en Merlo. El sábado fue
detenido y, si bien se declaró inocente ante la justicia, se conoció una nueva
faceta de su personalidad.
Cristián Leonardo Ledesma Méndez había levantado un altar a San La Muerte hace dos meses, según las fuentes policiales, y pasó por la casa de su madre, que lo había echado por su adicción a las drogas. La policía siguió las pistas y "Memo" habría confesado su crimen a su guía espiritual de San La Muerte.
Méndez admitió ante la Justicia que tenía una “relación conflictiva” con su ex mujer, pero se negó a declarar sobre si tuvo vinculación con los homicidios.
Fuentes judiciales informaron que por recomendación de su defensor oficial, Méndez (30), alias “Memo”, solo se refirió ante el fiscal de Morón Sergio Dileo a lo sucedido antes del hecho, y luego fue trasladado nuevamente a la Unidad de Detención 46 de José León Suárez, en el partido de San Martín.
El imputado (en el incendio murieron una pareja y seis chicos, todos hijos de la mujer) fue detenido en la casa de su abuela en Villa Domínico, donde estaba escondido, trasladado a la DDI Morón y luego fue llevado ante el fiscal para prestar declaración indagatoria.
“Soy inocente, que se sepa la verdad por el amor a Jesús”, gritó a los periodistas en medio del traslado; cuando fue consultado sobre si había matado a su hijo, una de las ocho víctimas, lo negó.
Cristián Leonardo Ledesma Méndez había levantado un altar a San La Muerte hace dos meses, según las fuentes policiales, y pasó por la casa de su madre, que lo había echado por su adicción a las drogas. La policía siguió las pistas y "Memo" habría confesado su crimen a su guía espiritual de San La Muerte.
Méndez admitió ante la Justicia que tenía una “relación conflictiva” con su ex mujer, pero se negó a declarar sobre si tuvo vinculación con los homicidios.
Fuentes judiciales informaron que por recomendación de su defensor oficial, Méndez (30), alias “Memo”, solo se refirió ante el fiscal de Morón Sergio Dileo a lo sucedido antes del hecho, y luego fue trasladado nuevamente a la Unidad de Detención 46 de José León Suárez, en el partido de San Martín.
El imputado (en el incendio murieron una pareja y seis chicos, todos hijos de la mujer) fue detenido en la casa de su abuela en Villa Domínico, donde estaba escondido, trasladado a la DDI Morón y luego fue llevado ante el fiscal para prestar declaración indagatoria.
“Soy inocente, que se sepa la verdad por el amor a Jesús”, gritó a los periodistas en medio del traslado; cuando fue consultado sobre si había matado a su hijo, una de las ocho víctimas, lo negó.
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