La firma del Decreto habilita el reconocimiento oficial de su santidad, en una decisión que también incluye a once mártires asesinados durante la Guerra Civil española.
Shaw será el único beato del grupo no vinculado a ese período histórico.
Junto a Shaw, la Santa Sede aprobó la beatificación de once religiosos españoles que murieron entre 1936 y 1937, en el marco del odio a la fe atribuido a la República Española.
El grupo está integrado por nueve seminaristas, un sacerdote diocesano y un laico, pertenecientes a las actuales diócesis de Madrid, Getafe y Alcalá de Henares.
Aún aguardan ese reconocimiento los 32 sacerdotes vascos fusilados por el dictador Francisco Franco, ‘Caudillo por la Gracia de Dios’.
Según informó el Vaticano, "todos ellos fueron asesinados por odio a la fe" y la causa logró demostrar, a través de una extensa documentación, que afrontaron la muerte sin renegar de sus creencias.
El comunicado remarcó que muchos permanecieron junto a sus familias y no se ocultaron, aun sabiendo el peligro que corrían, lo que contribuyó a que su fama de martirio perdurara con el paso del tiempo.
En el mismo Decreto, el Papa también reconoció las virtudes heroicas de tres personas, que desde ahora son consideradas venerables: los italianos fray Berardo Atonna y sor Domenica Caterina dello Spirito Santo, y el sacerdote indio Joseph Panjikaran, fundador de la Congregación de las Hermanas Médicas de San José.



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