Por mandato constitucional, la iniciativa requería mayoría absoluta (129 votos afirmativos) y obtuvo 140 votos a favor, 80 en contra y 17 abstenciones.
En la Casa Rosada confirmaron que el Gobierno vetará la norma, aunque no implique un costo fiscal directo.
En ese escenario, el oficialismo cuenta con ventaja, dado que la oposición no alcanzó los dos tercios necesarios para revertir un eventual veto presidencial.
Sin embargo, el Gobierno tampoco logró el tercio que necesitaría para impedirlo.
La Ley 26.122, impulsada por la entonces senadora Cristina Fernández de Kirchner durante el Gobierno de Néstor Kirchner, fue sancionada en el 2006.
Desde entonces, los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) entran en vigencia al momento de su firma y permanecen activos, salvo que sean rechazados por ambas Cámaras del Congreso.
El nuevo texto, elaborado en el Senado, propone una modificación sustancial: establece que un DNU solo quedará aprobado si obtiene el respaldo de ambas Cámaras por mayoría absoluta de los presentes y fija un plazo de 90 días para su tratamiento.
En caso contrario, el Decreto perderá validez.
Además, si una sola Cámara lo rechaza, el DNU quedará sin efecto, como ocurre con cualquier Ley.
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