En este contexto, un grupo numeroso de trabajadores de la planta estuvo acampando a modo de protesta y en reclamo de mantener la fuente laboral.
"Los telegramas de despido comenzaron a llegar, nos echaron como a un perro y le pusieron candado al portón principal", denunciaron los trabajadores.
Frente a esta situación, los empleados se reunieron con el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, el cual dictó una conciliación obligatoria.
De todos modos, la compañía (los dueños) no se reunieron con las autoridades provinciales.
La empresa, por su parte, había intentado aplicar un Procedimiento Preventivo de Crisis.
Con este mecanismo, la fábrica podría pagar el 50% de la indemnización, pero la solicitud fue rechazada.
"Nos trataron como negros de mierda, ellos recientemente incorporaron nueva maquinaria en la fábrica, la fábrica la están dejando a nueva".
Esto no solo no coincidiría con la situación de crisis que plantea la compañía, sino que además alimenta la hipótesis de que la compañía en realidad busca un recorte drástico de personal y una reestructuración de condiciones laborales.
"Queremos que den la cara, que expliquen qué va a pasar con nuestras familias".
"Muchos de los que estamos acá votamos por Milei, cometimos ese grave error y ahora estamos pagando las consecuencias".
"Estamos con muchas deudas, nos estamos enfermando de los nervios y estamos devastados por la decisión de la empresa".
"No nos quieren pagar ni el sueldo ni la indemnización", finalizaron los trabajadores.
Por último, el gremio de ceramistas Focra, denunció que "la empresa dejó tiradas en la calle a 300 familias tras más de tres décadas de actividad".
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