Al llegar, los especialistas constataron la presencia de un cilindro fabricado en fibra de carbono, de aproximadamente 1,70 metros de largo y 1,20 metros de diámetro.
El objeto presentaba un orificio de 40 centímetros en uno de sus extremos y un sistema de válvulas en el otro, además de portar una inscripción con un número de serie.
Para descartar cualquier peligro, el equipo de la Sección Explosivos inspeccionó el artefacto y confirmó que no contenía materiales combustibles ni representaba riesgos evidentes a simple vista.
Como medida de precaución, se estableció un perímetro de seguridad de 30 metros alrededor del objeto.
CONFIRMADO:
El artefacto caído en un campo en la zona de Puerto Tirol (provincia de Chaco), se trata de la vaina de un tanque combustible de un cohete espacial que combuste hidracina, sustancia altamente tóxica.
Así lo indicó el comodoro Rubén Lianza, director del Centro de Investigación Aeroespacial (CIAE), organismo que pertenece a la Dirección General de Investigación y Desarrollo de la Fuerza Aérea Argentina.
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