Inicialmente, se trabajó en la creencia de que la madre había matado al niño y luego se había suicidado.
Esto coincidía con el relato de Cuello, que además había contado que su esposa estaba deprimida.
Esta hipótesis fue abandonada (parcialmente) por ciertos hallazgos posteriores, como que el niño había muerto después de la mamá y que ésta tenía dos disparos.
Entonces, la investigación se centró en Fernando Cuello como posible responsable.
Sin embargo, esta línea de investigación fue rápidamente descartada al corroborarse que el hombre se encontraba trabajando al momento de los hechos.
Finalmente, el fiscal de la causa, Darío Provisionato, titular de la UFI N° 1 de Varela, explicó que "se logró confirmar que la mujer asesinó al niño de un disparo en la cabeza, pero el disparo no resultó inmediatamente mortal, sino que la muerte sobrevino varias horas después, por eso en las autopsias era evidente la diferencia horaria entre ambos decesos".
Luego de dispararle al chico, se quitó la vida con dos disparos (esto también había generado dudas en los investigadores, pero fue aclarado por los forenses).
El fiscal detalló que "el primer disparo que la mujer se hizo a sí misma fue en la frente, pero no tuvo trayectoria mortal".
"Con la poca vitalidad que le quedaba, se efectuó un segundo disparo en el pecho, que le causó la muerte instantánea", explicó el fiscal.
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