Al finalizar los saludos en varios idiomas, ante una Basílica de San Pedro colmada de fieles, el Pontífice se refirió a la grave situación:
"La situación en Irán e Israel se ha deteriorado gravemente".
Pido "responsabilidad”, referida tanto a sus propios pueblos como al resto del mundo, y "razón", para no sucumbir "a la furia ciega".
"En este momento tan delicado, deseo renovar un llamamiento a la responsabilidad y a la razón".
El compromiso al que apeló el Papa, siguiendo la línea de su predecesor (Francisco) y las posturas reiteradas de la Santa Sede, es "el de construir un mundo más seguro y libre de la amenaza nuclear".
"Esto debe perseguirse mediante el encuentro respetuoso y el diálogo sincero para construir una paz duradera, fundada en la justicia, la fraternidad y el bien común".
En esa línea, el Obispo de Roma instó a "construir puentes donde hoy hay muros, invito a todos los países del mundo para que se unieran no en alianzas o facciones, sino para apoyar la causa de la paz".
"Nadie debería amenazar jamás la existencia del otro".
"¡Es deber de todos los países apoyar la causa de la paz, iniciando caminos de reconciliación y favoreciendo soluciones que garanticen la seguridad y la dignidad para todos!", finalizó el Santo Padre.
0 comentarios :
Publicar un comentario