“Una interna para liberar al Paraguay”:

El Paraguay está atrapado en una telaraña de poder tejida por una sola mano, la de "Horacio Manuel Cartes Jara".

Desde hace años, controla el "Partido Colorado" como si fuera su empresa personal.

Designa candidatos, impone listas, opera jueces, reparte favores y reprime toda disidencia interna.

Su estructura no es política, es mafiosa.

No responde al pueblo, responde a sus intereses.

Cartes no necesita ser Presidente, maneja el país desde las sombras, a través de sus operadores políticos, económicos y judiciales.

En 2022, el Gobierno de los Estados Unidos lo declaró "significativamente corrupto" y lo sancionó por participar en esquemas de soborno y obstrucción de investigaciones.

Más grave aún, el Departamento del Tesoro norteamericano lo vinculó con lavado de dinero y conexiones con el crimen organizado.

Sin embargo, en Paraguay sigue moviendo los hilos como si nada. ¿Cómo lo logra?. Usando el Partido Colorado como escudo y arma a la vez.

Controla internamente los padrones, designa apoderados, presiona con prebendas y castiga con el silencio o la exclusión.

No hay interna sana posible bajo su conducción.

Hay simulacro, pero no hay democracia.

Pero esa telaraña ya no es indestructible.

Dentro del propio Partido Colorado hay miles de colorados que ya no aceptan ser rehenes.

Que quieren disputar poder de verdad.

Que no están dispuestos a seguir aplaudiendo un modelo que ensucia la historia de un partido fundado con banderas de soberanía y justicia social.

Desde esta tribuna nacional propongo un camino claro, una interna abierta, limpia y plenamente participativa, no solo en el Partido Colorado, sino también en el Partido Liberal y en todas las fuerzas del país.

Una interna que devuelva la voz al pueblo y rompa con la lógica del sobre, la amenaza y la servidumbre.

Porque liberar al Paraguay no será posible mientras Cartes siga digitando todo desde las sombras.

Pero tampoco será posible si nos quedamos afuera del sistema.

Hay que entrar, disputar y ganar.

Y luego, con los que estén dispuestos, construir una unidad patriótica para la liberación nacional.

Una unidad sin mafias.

Sin narcopolítica.

Sin chequeras dominando la política.

Una unidad de pueblo y para el pueblo.

El momento es ahora.

Porque el tiempo del sometimiento se está agotando, y empieza a amanecer una nueva generación de paraguayos que no se arrodilla ante nadie.

NOTA, gentileza "Guillermo Patricio Kelly" Proyecto de Unidad para la Liberación Nacional del Paraguay.