"Buen Domingo de Ramos, buena Semana Santa", expresó Francisco.
Además, saludó al cardenal argentino Leonardo Sandri, a quien delegó para que presidiera la misa.
A lo largo de un breve recorrido entre los fieles, el Papa se detuvo para intercambiar palabras con un grupo de religiosas que le transmitieron mensajes de ánimo.
Incluso, dedicó momentos de cercanía con varios niños, mostrando gestos de complicidad mientras se escuchaban gritos de apoyo entre los asistentes a la misa.
Luego de la celebración eucarística, correspondió el rezo del Ángelus, que, debido a la convalecencia del Pontífice, fue difundido por escrito.
En este mensaje, Francisco agradeció "las oraciones recibidas durante su enfermedad".
"En este momento de debilidad física me ayudan a sentir aún más la cercanía, la compasión y la ternura de Dios".
El Santo Padre aprovechó también para recordar a los 226 fallecidos del reciente desastre ocurrido en República Dominicana:
"Que Dios acoja en su paz a las víctimas del derrumbe de un local en Santo Domingo, y sostenga a sus familiares", finalizó.
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