La canasta básica para una familia tipo porteña ya supera los $900.000, sin incluir el monto del alquiler, que tuvo una fuerte disparada en este año.
Así, una familia debió haber tenido en julio ingresos superiores a los $929.845 para no ser pobre y más de $1.450.239 para ser considerada de clase media, según datos del Instituto de Estadística y Censos de Ciudad de Buenos Aires.
Con el alquiler, esa misma familia tendría que haber recibido ingresos por encima de de $1.200.000 para no ser considerada pobre y más de los $1.900.000 mensuales para pertenecer a la clase media.
La canasta familiar de pobreza subió en julio de $890.590 a $929.845, lo que representó una suba del 4,4% con un alza interanual del 272,46%.
En tanto, la canasta e indigencia aumentó de $496.898 en junio a $521.602 en julio, un incremento del 4,97% y un 276,51%.
La participación de la clase media en la Ciudad de Buenos Aires se viene achicando con fuerza.
En julio, los precios de los bienes registraron una suba de 3,4%, por debajo de los servicios, que aumentaron 6,3%.



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