El relevamiento precisó que "el consumo de carne vacuna habría totalizado 663,4 mil toneladas res con hueso (tn r/c/h) entre enero y abril, lo que significa unas 141,1 toneladas menos que los primeros cuatro meses del año pasado".
Además, el reporte arrojó que "con estos guarismos, el consumo aparente de carne vacuna por habitante habría sido equivalente a 42,4 kilos/año en el primer cuatrimestre del 2024, resultando 18,5% menor al registrado en igual lapso del 2023 (-9,6 kg/hab/año)".
De esta manera, al igual que en la medición anterior, correspondiente al primer trimestre del actual calendario, el consumo de carne continúa sufriendo una caída histórica nunca vista.
Esto se refleja en que "es el registro más bajo de las últimas tres décadas".
En relación a la variación de precios en el contexto de alta inflación que tiene injerencia en el descenso en el consumo, el informe aportó que durante abril, el costo promedio de las (carnes y derivados) otra vez se ubicó entre los que menos subieron (4,9%).
Al respecto, el informe indicó que "fue el valor promedio de los cortes vacunos relevados por el INDEC el que contribuyó a esta desaceleración, ya que aumentó 4,7% en relación a marzo" y en contraposición, señalaron que "en cambio, el precio del pollo se incrementó 8,2% en el mes".
En la comparación interanual el precio promedio de los cortes vacunos que mide el INDEC registró un alza de 284,3%, con un máximo de 304,8% en el caso de la carne picada común y un mínimo de 265,7% en el caso del asado.
La suba estuvo por debajo del aumento del precio de la hacienda en pie (+321,8% anual), y de la evolución del nivel general de precios al consumidor (+292,2%).
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