Según fuentes locales habría más de 300 personas desaparecidas.
En su visita a la región para encabezar el comité de emergencia, Boric advirtió que "la cifra de fallecidos iba a crecer significativamente ", y señaló que "esta es la peor tragedia que ha vivido el país en lo que respecta a número de víctimas desde el terremoto del 27 de febrero del 2010".
Dijo que tan sólo en la zona de Quilpué, desde donde hablaba, "había más de 1.300 casas destruidas", y que en otras zonas, como en la ciudad de Viña del Mar (una de las más grandes y pobladas golpeadas por el fuego) el número de viviendas afectadas podría ser mayor.
Más de 1.300 efectivos militares han sido desplegados para realizar distintas tareas en la zona.
Unas 1.600 personas permanecían alojadas en albergues.
Además, se reportaban afectaciones en las comunicaciones y cortes eléctricos.
Un total de 226 antenas habían sido afectadas por el fuego en toda la región, según un comunicado de la Subsecretaría de Telecomunicaciones.
Más de 22.000 personas permanecían sin electricidad y casi 30.000 sin agua en la región.
Varias infraestructuras estaban dañadas, incluidos el metro de Valparaíso y varios puentes, así como al menos cinco centros médicos que tuvieron que ser evacuados, según detalló la Ministra de Salud, Ximena Aguilera, que decretó alerta sanitaria en la zona.
Hasta la fecha se han quemado en Chile más de 43.000 hectáreas, según cifras preliminares de la temporada de incendios.
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