"El amor de Jesús nos pide dejarnos tocar por las situaciones de quien sufre".
"Pienso especialmente en Siria y Turquía, en las tantísimas víctimas del terremoto", dijo el pontífice al recitar la oración del Ángelus desde el Vaticano, en referencia al sismo que dejó a inicios de febrero miles de muertos en los dos países.
"Pero también pienso en el drama cotidiano del querido pueblo ucraniano y de tantos pueblos que sufren a causa de la guerra, con motivo de la pobreza, de la falta de libertad y de devastaciones ambientales", agregó el Papa.
Recordemos que el próximo 24 de febrero se cumpla un año del inicio de la guerra en el país del este europeo.
En su mensaje a los fieles que lo siguieron desde la Plaza San Pedro, el Papa mostró además su "cercanía al pueblo neozelandés, golpeado en estos días por un devastador ciclón".
"No olvidemos a quien sufre, y hagamos que nuestra caridad sea atenta, concreta", finalizó Francisco.
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