Ezeiza, un nene y un bebé están graves por comer un "budín lleno de drogas":

Un nene (de 6 años) y un bebé (de 20 meses) permanecen internados en terapia intensiva en el Hospital Zonal General de Agudos Dr. Alberto Antranik Eurnekian de la localidad de La Unión (distrito de Ezeiza) donde ingresaron con una "intoxicación medicamentosa", tras haber consumido "un budín repleto de drogas".

El hecho empezó cuando un remisero recibió el llamado de una mujer, quien le solicitó que vaya a buscar un paquete al barrio porteño de Liniers que debería llevar hasta la zona del penal de Ezeiza donde sería recibido por dos personas.

El chofer recogió el paquete que contenía budines y milanesas, partiendo luego rumbo a Ezeiza donde debía entregar el pedido a "Laura y a César, en proximidades de la cárcel", contó una fuente de la investigación a "CNS".

Laura es la nuera de la mujer de Liniers que había preparado la comida para su propio hijo.

Las cosas se complicaron cuando en el punto de encuentro no había nadie y tras una espera desde la agencia, le indicaron que volviera a su casa y que aproveche la comida si no quería tirarla.

Al llegar a su hogar (en Ezeiza) decidió junto a su esposa llevar el paquete a una abuela del barrio que vive con sus dos nietos y su hijo, que sin saber de que estaba hecho, lo comieron.

De pronto, los dos menores empezaron a sentirse pésimo al punto que los llevaron al Hospital pensando que el budín podía haberles caído mal.

Tras quedar internados en terapia intensiva, los análisis revelaron que "habían ingerido benzodiacepinas, una droga que se utilizan para tratar la ansiedad, insomnio y convulsiones".

Horas más tarde, la mujer de Liniers se comunicó con el remisero para ver qué había pasado con la comida que no había llegado y el chofer le dijo que como nadie estaba esperándola, la regaló:

"Estás loco. Ese budín estaba lleno de plata", le respondió la mujer desesperada.

La causa por "Suministro de Sustancias Alimenticias Peligrosas para la Salud" está siendo investigada por la UFI N°1 a cargo de la fiscal Florencia Belloc.