Los ansiosos de sangre estaban encabezados por la tristemente "Junta", a cargo del general Jorge Rafael Videla (Ejército), el almirante Emilio Eduardo Massera (Armada) y el brigadier Orlando Ramón Agosti (Fuerza Aérea).
Videla, Massera y Agosti fueron las caras visibles de lo que (en realidad) pretendían ocultar... el mismísimo horror, apoyados por parte de la población, algunos dirigentes políticos y los feudos notables de siempre.
Así comenzó una dictadura cívico-militar que duraría hasta el año 1983.
Entre los años en que duró esta dictadura, más de 30 mil personas fueron desaparecidas, se perpetraron miles de secuestros, privaciones ilegítimas de libertad, torturas en centros clandestinos de detención, apropiación de recién nacidos y exilios forzados de miles de argentinos.
La excusa de estos "caraduras" fue que el país estaba viviendo una violencia creciente entre las facciones de izquierda y derecha.
Con ese argumento realizaron el Golpe de Estado, y una vez en el poder comenzaron con el "Proceso de Reorganización Nacional" (así lo llamaron).
Se instalaron los centros clandestinos de detención, allí, llegaba mucha gente, muchos de ellos se convirtieron en "DESAPARECIDOS".
Asesinados, enterrados en fosas comunes o hasta arrojados al mar en aviones de las fuerzas armadas.
Disolvieron el Congreso Nacional, establecieron la pena de muerte para los subversivos, suspendieron las libertades ciudadanas, removieron a la Corte Suprema de Justicia, intervinieron los sindicatos obreros y las universidades, proscribieron las actividades partidarias, y crearon un órgano de censura para todo tipo de medios de comunicación.
Del otro lado, miles de familias perdieron a sus hijos, hermanos, esposos, nietos, amigos, compañeros de trabajo, de estudio... cuanto dolor.
Organismos de "Derechos Humanos" cuentan 30 mil desaparecidos, entre los que se cuentan unos 500 niños, que eran adoptados ilegalmente luego de nacer en los centros de detención.
Ya en el año 1982, estas bestias que gobernaban no podían sostenerse como querían, no podían ocultar tanta miseria humana.
Entonces fue momento de jugar su última mano: la absurda guerra en las Islas Malvinas.
Fue el final, tras una derrota que generó más dolor y la pérdida de nuestros PIBES sin instrucción bélica, con elementos en mal estado, que dejaron sus vidas por la PATRIA.
Cuando el PUEBLO dijo BASTA, el 30 de octubre de 1983 se llamó a elecciones, y el 10 de diciembre volvió la DEMOCRACIA a la Argentina.
El "Día Nacional de la Memoria por la Verdad y Justicia" es una fecha en la que se conmemora y busca mantener vivos en la reflexión y memoria social los tristes acontecimientos producidos en la última dictadura militar.
El 24 de marzo debe servir a todos los argentinos y argentinas, para recordar, pero (sobre todo) para comprometerse con un destino pleno y en libertad.
El mensaje debe ser contundente, colectivo, atronador y claro:
"A LOS ASESINOS... NUNCA MÁS".
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