A través de una posteo en la cuenta de "Pilsen", su más reciente proyecto musical y el cual lideraba, se confirmó su repentino deceso "a raíz de un paro cardiorrespiratorio".
El histórico músico estaba afincado desde hace más de dos décadas en Lima donde formó pareja con la peruana Claudia Huerta, quien se desempeña como productora de espectáculos, y juntos tuvieron a su único hijo, Ian.
Sin embargo, eran habituales sus visitas a Buenos Aires para presentar su música y brindar notas a la prensa.
"Nos deja un guerrero, un pionero del punk y underground latinoamericano, letrista iluminado, portavoz de toda una generación, peleador e incansable capitán de mil batallas. No hay palabras que alcancen para expresar nuestro pesar", señala el comunicado de Pilsen.
A comienzos de los años ´80, y a la sombra de la Dictadura militar en el país, Los Violadores marcaron el camino de un género desconocido en esta parte del continente con letras potentes y un ritmo acelerado.
Casi sin quererlo, se había sembrado la semilla que germinaría con mucha más fuerza y se arraigara no sólo a nivel local sino también en toda Latinoamérica.
Bajo la producción de Michel Peyronel, baterista de Riff, el grupo grabó su primer disco, que contenía el clásico "Represión", al que le siguió "Y ahora qué pasa, eh", de 1985, que, con su hit "Uno, dos, ultraviolento", lo catapultó definitivamente a la fama.
Su ex compañero en Los Violadores, el guitarrista Gustavo Fossá, más conocido como Stuka, publicó en Facebook al enterarse de la muerte de Pil:
"Y no lo puedo creer, fuck! no se qué decir, hacer o pensar, se fue el compañero de la vida, el partenaire de las mejores y más gloriosas batallas. Espero que tengas lo que te mereces en el más allá" del bien y del mal. Mis sinceras condolencias para Claudia y para Ian. QEPD Enriquito querido!!!".
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