En el Estadio Allianz Parque, el Palmeiras recibió a River en el partido de vuelta (en el partido de ida, el equipo argentino perdió 3 a 0) por la semifinal de la Copa Libertadores.
El equipo de Marcelo Gallardo entregó todo y atacó desde el primer minuto, fue protagonista y lo ganó 2 a 0, pero no le alcanzó.
El local solo se dedicó a defenderse y dejar que los minutos pasen, un partido para el olvido.
Una vez más el VAR fue protagonista: le anuló un gol y un penal al Millonario.
El VAR está matando al fútbol, pero le pone un condimento de mucho dramatismo a jugadas claves.
La visita terminó con diez jugadores por la expulsión de Robert Rojas (doble amarilla).
River pagó muy caro los errores cometidos en la cancha de Independiente y por este motivo se privó de jugar otra final, una final que la merecía por el rendimiento realizado esta noche.
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