PROVINCIA DE SALTA:
"Hartmut Torsten Theobald" (de 48 años) fue condenado por el Tribunal de Juicio acusado del delito de "Homicidio Calificado por el Uso de Veneno u otro Elemento Insidioso", en perjuicio de "Ramón Ignacio Casas" (de 56 años) y por la "Tentativa de Homicidio Calificado por el uso de Veneno u otro elemento Insidioso", en perjuicio de "Benito Soraire" (de 70 años).
En el fallo, los jueces Francisco Mascarello, Paola Marocco y María Livia Carabajal condenaron además a Theobald a que pague 9 millones de pesos en concepto de reparación a la familia de la víctima fatal.
En el fallo, los jueces Francisco Mascarello, Paola Marocco y María Livia Carabajal condenaron además a Theobald a que pague 9 millones de pesos en concepto de reparación a la familia de la víctima fatal.
En su alegato, el fiscal "Ramiro Ramos Ossorio" solicitó la pena de "Prisión Perpetua para el productor alemán", quien en su última oportunidad para hablar en el proceso, agradeció a quienes lo acompañaron, manifestó su deseo de que se haga justicia y reiteró su inocencia.
Para el fiscal, durante el juicio oral y público "ha sido acreditada la autoría de Theobald en el homicidio y la tentativa de homicidio calificado de dos empleados, que vivían en condiciones infrahumanas".
"No tenían ni agua y vivían prácticamente en la esclavitud", expresó Ramos Ossorio, quien consideró que "el acusado pergeñó un plan para deshacerse de Casas y Soraire, entregándoles carne con una sustancia tóxica conocida como Furadan".
Para el fiscal, durante el juicio oral y público "ha sido acreditada la autoría de Theobald en el homicidio y la tentativa de homicidio calificado de dos empleados, que vivían en condiciones infrahumanas".
"No tenían ni agua y vivían prácticamente en la esclavitud", expresó Ramos Ossorio, quien consideró que "el acusado pergeñó un plan para deshacerse de Casas y Soraire, entregándoles carne con una sustancia tóxica conocida como Furadan".
La defensa, a cargo de los letrados Marcos Molina y Luis César Fernández, consideró que "no se pudo acreditar con grado de certeza absoluta la autoría del acusado", y requirió la absolución lisa y llana, y (en forma subsidiaria) la absolución por el beneficio de la duda.
EL HECHO:
Todo ocurrió en octubre del 2018, cuando Torsten Theobald (productor ganadero), denunció que encontró a Casas muerto en una de las habitaciones de su finca, denominada "El Salto", en el Paraje Palomitas, a unos 60 kilómetros de la capital salteña.
La víctima murió por un paro cardiorrespiratorio tras una intoxicación con veneno, y el fiscal sumó la declaración de los familiares de la víctima, quienes aseguraron que Casas trabajaba hacía varios años para el alemán, al cuidado de la hacienda, y que mantenían malas relaciones laborales.
Los familiares revelaron que Casas les confesó que había denunciado a su empleador ante la Administración Federal de ingresos Públicos (AFIP), lo que fue verificado por los investigadores, que luego llegaron a Soraire, otro trabajador rural que prestaba servicios en la finca del acusado desde 1985.
Soraire contó que el 8 de octubre de ese mismo año encontró muertos a cuatro de sus perros, y que el lunes siguiente su patrón le entregó una bolsa con carne, de cuyo estado dudó por el olor extraño que sintió, aunque igualmente la cocinó y la ingirió.
El peón comenzó a sufrir vómitos y mareos y en el Hospital de General Güemes le suministraron una medicación con la que salvó su vida.
Todo ocurrió en octubre del 2018, cuando Torsten Theobald (productor ganadero), denunció que encontró a Casas muerto en una de las habitaciones de su finca, denominada "El Salto", en el Paraje Palomitas, a unos 60 kilómetros de la capital salteña.
La víctima murió por un paro cardiorrespiratorio tras una intoxicación con veneno, y el fiscal sumó la declaración de los familiares de la víctima, quienes aseguraron que Casas trabajaba hacía varios años para el alemán, al cuidado de la hacienda, y que mantenían malas relaciones laborales.
Los familiares revelaron que Casas les confesó que había denunciado a su empleador ante la Administración Federal de ingresos Públicos (AFIP), lo que fue verificado por los investigadores, que luego llegaron a Soraire, otro trabajador rural que prestaba servicios en la finca del acusado desde 1985.
Soraire contó que el 8 de octubre de ese mismo año encontró muertos a cuatro de sus perros, y que el lunes siguiente su patrón le entregó una bolsa con carne, de cuyo estado dudó por el olor extraño que sintió, aunque igualmente la cocinó y la ingirió.
El peón comenzó a sufrir vómitos y mareos y en el Hospital de General Güemes le suministraron una medicación con la que salvó su vida.
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