EDITORIAL, "la Complejidad de lo Simple":

Si la política no sirve para mejorar la calidad de vida del pueblo, no es política.

En sentido estricto concordamos con la definición, traída desde los griegos, que emparenta al concepto “POLÍTICA” con el arte de conducir los pueblos.

En tal idea, alejamos al hombre “conducido por el gobernante” del concepto “COSA”, tal como pretenden algunos pensadores marketineros que pululan en los entresijos de la venta de candidatos. (Léase Jaime Durán Barba entre otros).

Así de simple y así de complejo, como todo lo bueno y excelso se enturbia cuando aparece la condición humana, en sus peores aspectos, enmascarada en relatos de fanatismos o antagonismos inconducentes.

El político asentado en los pilares que caracterizan a las buenas personas siempre piensa en el hombre como destinatario de sus esfuerzos.

Más allá de los aciertos o desaciertos que el paso de los tiempos ponen de relieve.

Por el contrario quien usa al hombre para satisfacción de ambiciones y deseos personales lo “cosifica” desde una planilla de cálculos para MOSTRAR porcentajes que siempre son mentirosos.

Pero ese relato de “cosificación” no tendría mayor impacto sin el concurso de los grandes medios de comunicación. Los periodistas que trabajan de difusores de “noticias” siempre tienen un comentario depresivo, de desaliento, por aquello de que las buenas noticias no venden.

Esta falacia (mentira) nos empuja hacia los bordes de la grieta. Lo malo o lo peor. Nunca lo bueno y mejor.

El circo del massismo, acorde con el del cristinismo, ocupa todas las pantallas, ocultando, de este modo, el desastre del macrismo.

Lo importante: que no haya otras opciones. Pero, como decía Perón, la verdad suele operar sin artificios. Estos personajes nutridos de odio y ambiciones no son tantos como los difusores de la mediocridad quieren hacer creer, el pueblo se levanta por encima de ellos y busca las buenas personas para referenciarse, y hay muchos.

Muchos más que “unos pocos” que, como la niebla, terminan disipándose con los primeros rayos de sol del CONSENSO de los argentinos de bien.

Ni Macri crece en las encuestas positivas, ni "FF" modera sus verdaderas intenciones, bástenos charlar con los vecinos. La convención radical dejó huérfanos a los radicales de bien y la famosa Alternativa Federal se diluyó en arreglos con intereses en retirada.

Lo complejo se hace simple, si usted está atento a las nuevas manifestaciones y desenmascara a los “cosificadores” de la derecha y de la izquierda recordando que ambos “INSECTIFICAN”.