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viernes, 17 de mayo de 2019

Con alma de cantor… Reynaldo Martín “el alemancito”:


En la década del ’60 el Tango se vio desplazado del lugar central que tenía en la música, el baile popular y juvenil de décadas anteriores.

Años difíciles, el rock se había impuesto en la juventud, la política cultural y los medios de comunicación ya no brindaban el apoyo de difusión como antes.

El 2x4 perdía a dos figuras con fuerte llegada a la juventud, como lo fue "Julio Sosa" (el varón del Tango), en 1964 y "Susy Leiva" en el 1966, ambos de manera trágica en accidente automovilístico.

Los reductos tangueros que quedaban en Buenos Aires, en su mayoría tenían público turista.

Pero llegaba junto a esa década un movimiento arrollador con aires de renovación, corriente que ha sido denominada “Vanguardista”, la misma fue emprendida por un importante número de músicos independientes, conjuntos y cantores.

De esa generación vamos a recordar la historia de nuestro protagonista de hoy, a quién sus amigos lo llamaban “El Alemancito” debido a su apariencia física, un muchachito rubio, con pinta de galán televisivo, simpático y muy sencillo.

Su verdadero nombre era "Oscar Reynaldo Fritz Gaiser", nacido el 14 de marzo de 1944 en el Hospital "Diego Thompson" del Partido de San Martín.

Sus padres, Walter Fritz y Martha Gaiser, descendientes de alemanes radicados en Villa Ballester, tuvieron tres hijos: Carlos Walter, Oscar Reynaldo y Jorge Alberto.

Sus estudios primarios los realizó en la Escuela Nº 7 "Bernardo Rivadavia" de su ciudad natal.

No cumplimentó la secundaria, debido a que se dedicó a trabajar, primero en una ferretería industrial y luego en la carpintería de su papá.

Un día en una nota comentaba:
-"Un día alguien me dijo":

-"Vos tendrías que juntarte con un amigo de Chilavert que canta y toca la viola. ¿Por qué no te venís mañana al boliche de la Plaza Mitre?".

-"Fui entonces al "Quitapenas", un típico estaño de aquel tiempo, de ginebras y de escolaso, con parroquianos que leían la "Rosa" y la "Palermo" (revistas turfísticas) hasta del revés. De allí fui a parar a la casa de Carlos Romualdo Máximo Rodríguez, más conocido como "Carlitos Bicicleta". Allí, en la cocina, le dábamos a la guitarra y al canto duraban hasta tres pavas de mate, varias veces interrumpidos por el viejo de Carlitos, que tenía un oído enorme para estas cosas".

-"Después, montados en la motocicleta de Carlitos, que manejaba con singular pericia, íbamos a cantar en cuanto lugar hubiera un "mango", un asado o una muchacha que nos pelara los cables. Íbamos a serenatas, cumpleaños, casamientos… el final de aquel tiempo inolvidable sobrevino cuando los dos nos anotamos para un Concurso en Radio El Mundo y la revista Radiolandia", expresaba.

Fue en 1964, cuando logra sus primeros contratos para actuar en el programa televisivo "Sábados Continuados", Radio El Mundo.

Ese mismo año graba su primer Larga Duración, acompañado por el maestro Roberto Pansera, contenía algunos temas clásicos: “Ave de paso”, “Verdemar”, “Por la vuelta”.

Participa en el magnífico disco de Ben Molar, “14 con el Tango”, con tres temas, “Alejandra”, “Marisol” y “Sabor de Buenos Aires”.

Llegan las giras al exterior con promisorio éxito por Uruguay, Colombia, Brasil, Perú y México.

Participa en el festival “Homenaje a Gardel” en Canadá. 
También estuvo en Australia, actuando en Sydney, Melbourne, Adelaide y Camberra.

Integra calificados elencos en la noche de Buenos Aires: “Cambalache”, “El Viejo Almacén”, “Caño 14”, “El Rincón de los Artistas”, “Café de los Angelitos”, “Vos Tango”, entre otros.

Durante los años 1968 y 1969, graba tres discos simples, todos con temas compuestos por Osvaldo Avena y Héctor Negro: 
“Un mundo nuevo”, “Buenos Aires vos y yo”, “Esta ciudad”, “Un lobo más”, “Responso para un hombre gris” y Milonga para el domingo”.


Y a partir de allí, los larga duración titulados: 
“Tangos por el Alemancito” con el acompañamiento de José Márquez, “Un mundo nuevo” con la orquesta de Luis Stazo, “De Tango somos” con la orquesta de Osvaldo Potenza, “Tangos a mi modo” con la orquesta de Osvaldo Berlingieri, Soy Tango” dos volúmenes, el primero con la orquesta de Omar Valente y las guitarras de Carlos Peralta, el segundo con el Sexteto de Pascual Mamone y las guitarras de Peralta y Villavicencio, “Siempre cantor” acompañado por las orquestas de Osvaldo Berlingieri, Luis Stazo y Daniel Lomuto, “Reynaldo Martín” con Alberto Di Paulo y “Tangos de nuevos aires” con Oscar De Elía.

Además de su oficio de cantor dejó obras como compositor, en muchas tuvo la colaboración en música con más de veinte obras que incluyen Tangos, milongas y valses, en colaboración con los letristas Roberto Díaz, Mario Iaquinandi, Isusi, y Héctor Oviedo.

Citaremos algunas de esas obras: “A mi país”, “Así es la noche”, 
Como el teatro”, “Con su melancolía”, “Hay rosas todavía”, “Por los viejos”, “Se llamaba Juan”, “Siempre cantor”, “Un fueye sin tristeza”, “Sólo la lluvia me quedó”, “Milonga para un otoño” y el vals “Memoria de un patio”, “Gris de abril” ,“Triste espejismo”.

De su casamiento con María Victoria Lastiri, de quien se separó el 1996, nació el 15 de octubre de 1975 su hijo Juan Martín. 
Su segunda compañera, Mirta Scilini, falleció a mediados del año 2010.

Un 18 de mayo del 2012, a causa de una enfermedad terminal falleció a los 68 años.

Para mí, los cantores nunca mueren, quedan vivos en sus obras.

Me viene al recuerdo una estrofa de un tema del recordado Horacio Guarany:

“Por que será que el cantor

nunca se muere jamás

cuando el cuerpo se le cansa

el alma empieza a cantar”...

Me despido de todos ustedes mis queridos amigos hasta el próximo encuentro.




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Artículo revisado: Con alma de cantor… Reynaldo Martín “el alemancito”: Clasificación: 5 Revisado por: Cadena Noticia Sur