A lo largo de la historia existieron grandes mujeres que lucharon por sus ideales y por conseguir un espacio destacado en un mundo, que parecía ser dominado por los hombres.
En la Argentina fueron muchísimas las “Mujeres de Temple” que, postergando su propia vida personal, trabajaron intensamente perseverando en sus objetivos.
Para mí merecen todo el respeto y admiración. La Historia no debe olvidarlas.
La protagonista de hoy, "Juanita Larrauri" nació en el barrio de Floresta, un 12 de marzo de 1910.
Fue una gran cancionista de Tango, con todo el sentimiento y fuerza que merece el género, dotada de una aterciopelada voz con gran estilo.
Debutó en 1931 en Radio Nacional, lo hizo acompañada por un trío de guitarras y después por el Trío Sureda.
Se consagra en Radio del Pueblo y registra su primer disco para el sello Odeón, acompañada por guitarras y deja grabados los temas “Castigo” y “Sueño fue”.
Canta junto a Oscar Alonso en la orquesta de Horacio Pettorossi, en Radio Mitre.
Salvo algunas giras por el interior del país y por algunos países vecinos, como muchas intérpretes de su momento, fue un producto radial.
Es autora del Tango “La piba de mano a mano” junto a Ernesto “Tití” Rossi bandoneonista, director, compositor que en cierto momento estuvo como arreglador de la orquesta del pianista Francisco Rotundo (esposo de Larrauri).
* Cabe destacar que el maestro Francisco Rotundo tuvo una de las grandes orquestas de los cuarenta y los cincuenta, y que contaba con grandes vocalistas de la calidad de Floreal Ruiz, Julio Sosa, Enrique Campos y Alfredo del Río.
* Como su esposa, Rotundo era Peronista y a partir de 1955 sufrió las humillaciones de la censura y las persecuciones.
Juanita con la llegada del Peronismo al poder en la década de ’40, posterga su carrera artística y se adhiere al movimiento dedicando sus esfuerzos a la actividad política.
Le tocó vivir momentos en que las mujeres tenían casi prohibido ejercer esas actividades.
Fue parte integrante del grupo liderado por Eva Perón, que impulsó la sanción de la "Ley del Voto Femenino", aprobada en 1947 por Ley 13.010.
Una vez reconocidos los derechos políticos de las mujeres, Juanita Larrauri participó como encargada de la provincia de Entre Ríos, la conducción nacional del Partido Peronista Femenino, presidido por Evita, junto con Águeda Barro, Dora Gaeta, María Rosa Calviño, Amparo Pérez y Delia Parodi.
En las elecciones del año 1951, es elegida y se constituye en la primera Senadora Nacional Argentina, representando a la provincia de Entre Ríos.
Ese mismo año cantó el tema "Evita Capitana", que fue adoptado como el Himno Femenino Peronista y fue designada presidenta de la Comisión para el Monumento a Eva Perón creada por la Ley 14.124.
El tema fue originalmente grabado con el acompañamiento de la Orquesta de la A.P.O dirigida por Domingo Marafiotti y el Coro de la Sociedad dirigido por Héctor Artola.
Fue derrocada con todos los representantes democráticos por el golpe de Estado del 16 de septiembre de 1955 y encarcelada por la dictadura militar.
Durante el período de ilegalización del peronismo (1955-1972) se convirtió en una de las principales dirigentes de la rama femenina del movimiento de lo que se conoce como la "Resistencia Peronista".
Cuando el Partido Justicialista volvió a ser legalizado en 1972, integró el Consejo Superior del mismo, en representación de la Rama Femenina.
En 1972 integró la delegación que acompañó a Juan Domingo Perón en su regreso a la Argentina.
En ese mismo año graba un álbum titulado “Canto para mi pueblo”, en el mismo registra la mayoría de sus éxitos.
Ya, en 1973 volvió a ser electa Senadora Nacional, ejerciendo hasta el golpe de Estado militar del 24 de marzo de 1976.
Juanita Larrauri falleció un 21 de febrero de 1990, a los 79 años. Muchos la reconocen como un paradigma de la mujer Peronista.
Quise en esta editorial brevemente a través de esta evocación a su historia, rendir homenaje a todas las mujeres que con gran convicción hacen frente a las adversidades de la vida, en el día a día, bregando con valor, rectitud, lealtad y principios, el camino de sus ideales en función del bien común.
Me despido hasta el próximo encuentro dejándoles la letra de “La piba de mano a mano”:
Recitado:
La piba de “Mano a Mano”/Cansada de tanta mufa,/Al garabo “pura pinta”/ Con bronca le canta así:
No hay derecho ni al rechifle, no hay derecho al pataleo
Cada uno, de su vida, es dueño de disponer,
Vos batís que sólo he sido en tu pobre vida paria,
Y en un último regalo, dándolas de mozo taura
Lisa, simple y llanamente, sólo una buena mujer.
Son macanas, yo he “formado” y por mí hasta caminaste
Si estabas más que tirado, estabas en el final,
Te di amor y te di pesos, te enseñé lo que es vergüenza,
Te complací hasta el capricho de cortarme las dos trenzas
Y al final me resultaste, uno más del carnaval.
Y que hoy tengo en mi cerebro, berretines de bacana
Y un “pibe” con mucha guita, no lo podés extrañar,
Vos hablás de puro seco, acosado por la envidia,
Campaneando mi repunte te envenenás con la tirria
De aquello que no supiste, a tu lado, conservar.
No hay derecho ni al rechifle, no hay derecho al pataleo
Cada uno, de su vida, es dueño de disponer,
Vos batís que sólo he sido en tu pobre vida paria,
Y en un último regalo, dándolas de mozo taura
Lisa, simple y llanamente, sólo una buena mujer.
Son macanas, yo he “formado” y por mí hasta caminaste
Si estabas más que tirado, estabas en el final,
Te di amor y te di pesos, te enseñé lo que es vergüenza,
Te complací hasta el capricho de cortarme las dos trenzas
Y al final me resultaste, uno más del carnaval.
Y que hoy tengo en mi cerebro, berretines de bacana
Y un “pibe” con mucha guita, no lo podés extrañar,
Vos hablás de puro seco, acosado por la envidia,
Campaneando mi repunte te envenenás con la tirria
De aquello que no supiste, a tu lado, conservar.
De las cuentas que hay pendientes es mejor que ni converse
Vos a mí me estás debiendo casi hasta el año dos mil,
Yo en cambio, en el “mano a mano”, sólo debo las angustias,
Que por culpa de tu clase, los domingos en Palermo
Eran al final el postre para poderme venir.
De las cuentas que hay pendientes es mejor que ni converse
Entre diarios y cigarros, entre el sastre y el café,
Una noche ya cansada de carpetear el derrame,
Y cansada de tu abuso, te retiré hasta la llave
Olvidando sacrificios, una ilusión y una fe.
Del pasado que me acusa ya podés estar tranquilo
Tengo vento, tengo pinta y algo más que es juventud,
Y llevándote la contra una noche de garúa,
Cuando estés bien arruinado, cuando estés bien en la “rúa”
Vos a mí me estás debiendo casi hasta el año dos mil,
Yo en cambio, en el “mano a mano”, sólo debo las angustias,
Que por culpa de tu clase, los domingos en Palermo
Eran al final el postre para poderme venir.
De las cuentas que hay pendientes es mejor que ni converse
Entre diarios y cigarros, entre el sastre y el café,
Una noche ya cansada de carpetear el derrame,
Y cansada de tu abuso, te retiré hasta la llave
Olvidando sacrificios, una ilusión y una fe.
Del pasado que me acusa ya podés estar tranquilo
Tengo vento, tengo pinta y algo más que es juventud,
Y llevándote la contra una noche de garúa,
Cuando estés bien arruinado, cuando estés bien en la “rúa”
Compensando el “mano a mano”, tendrás que venir a mí.
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