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sábado, 8 de diciembre de 2018

Hoy recordamos a José “Pepe” Libertella:


"Nosotros tuvimos radio cuando yo tenía cinco años, pero no hacía falta escuchar radio para escuchar el Tango, con una radio en la cuadra bastaba, porque era como si Buenos Aires todo, estaba cubierto por un cielo de Tango".

Qué lindo es comenzar a recordar a este gran músico como lo fue "José Libertella", el querido PEPE, contando que simbolizaba el Buenos Aires de esa época dorada de nuestro Tango, dónde reinaba el amor por la familia, los amigos y la bohemia estaba a la vuelta de cada esquina.

En muchas de sus entrevistas nos dejó frases que simbolizan el entrañable amor que sentía por la música que lo llevó a recorrer el mundo, y al compartir su historia se notaba que en "su corazón llevaba prendido un gran sentimiento porteño".

Nacido un 9 de julio de 1933 en Calvera Italia, y a los once meses viajó en brazos de su madre a la Argentina en el buque Principessa, a reencontrarse con su padre Juan que había emigrado tiempo antes para traer a su familia, y residieron en el barrio de Villa Lugano.

"Mi niñez en Villa Lugano fue tranquila hasta que vi a un tipo tocando el bandoneón cerca de mi casa".

Estudió con varios maestros, perfeccionándose luego con Francisco Requena y con Marcos Madrigal. Hasta que un día lo escuchó Humberto Canaro y le ofreció tocar junto a él.

A partir de ese momento comienza una carrera exitosa, no solo como bandoneonista sino también como Director de orquesta, arreglador y compositor: “Rapsodia de arrabal”, “París otoñal”, “Universo”, “Bajo romántico”, “Organito arrabalero”, entre otras.

Integró varias orquestas, entre ellas la famosa de Osmar Maderna, y en la misma, conoce al otro gran bandoneonista Luis Stazo.

Al fallecer Maderna prosiguió hasta 1955 en la Orquesta Símbolo dirigida por Aquiles Roggero.


Más adelante, estuvo en la nueva orquesta de Carlos Di Sarli, junto a Julián Plaza, Alfredo Marcucci, Felix Verdi y Mingo Sánchez integrando la fila de bandoneones donde tocaban los violines Simón Bajour y Emilio Vardaro.

Dirigió el conjunto de Ángel Vargas cuando éste se separó por un tiempo del director Ángel Dagostino.

Luego formó su propio conjunto dirigiendo y realizando los arreglos.

Con su formación acompañó al cantor Miguel Montero dejando grabados seis discos larga duración.

A tres años de finalizar la década del sesenta crea el "Quinteto Gloria" para darle el marco orquestal a Edmundo Rivero en su gira por Japón, país en el que Libertella dejó editados once discos.

Por esa época se presentó en la Avenida Corrientes en “Patio de Tango” y ofreció algunos conciertos en el desaparecido Teatro Apolo.

Ya en la década del setenta, más precisamente el 23 de abril de 1973, llega un momento espectacular en su carrera, y es cuando funda con su amigo Luis Stazo el conjunto que daría que hablar por su gran éxito, el "Sexteto Mayor".

Debutaron en la "Casa de Carlos Gardel" en el Abasto, estuvieron con enorme éxito en "El Viejo Almacén" de don Edmundo Rivero y recorrieron casi todo el mundo integrando los espectáculos “Tango argentino” y posteriormente “Tango Pasión”. 


En una entrevista, el maestro decía:

"Tango Argentino en 1983, un espectáculo pensado por Segovia y Orezzoli, lo que ellos querían en realidad, era llevar la revista porteña allí y se produce en el teatro Chatelet de París lo que yo creo fue el gran musical de Tango".

La conquista de Europa y el resto del mundo es absoluta con el espectáculo "Tango argentino", con Horacio Salgán, Roberto Goyeneche, Juan Carlos Copes y otros grandes del género.

"Yo creo que el Tango tiene un motivo muy importante de atracción y que para muchos europeos constituyó la danza del siglo, porque eso empezó como danza".

"A mi manera de ver, fue la primera danza que permitió en público que un hombre y una mujer estuvieran más juntos, que se abrazaran".

Los que tuvimos la suerte de verlo en el escenario, recordamos con qué pasión tocaba el bandoneón y siempre atento al desarrollo del espectáculo controlando con excelente humor el sonido, las luces, para que todo salga con la mayor precisión que merecía el público.

Un 8 de diciembre del año 2004, en un París otoñal cuando estaba realizando el espectáculo “Tango Pasión” y con muchísimos proyectos por delante, su corazón dijo basta y el querido “Pepe” Libertella a los setenta y un años comenzó su "gira eterna".

Había logrado todo el éxito y estaba muy feliz, pero sentía preocupación porque en su querida Argentina pudieran olvidarlo y alguna vez dijo:

"Aunque vivimos de gira, nos presentamos todo lo posible en Buenos Aires porque sabemos que no hay nada peor que el olvido, cuando actuamos en el Champs Elysées, después de la función vamos siempre al mismo restaurante. Al entrar sale un aplauso de cada rincón. Pero ocurre en París. Si no lo ve la familia, no es lo mismo".

Al escucharlo, pienso que los grandes creadores de nuestra música popular como lo fue Libertella, nunca se olvidarán, además, siempre existirá el eterno agradecimiento por haber dejado abierto el camino que generaciones nuevas seguirán transitando como ellos lo hicieron, con gran pasión por el TANGO!!!.
Mis queridos amigos como siempre les dejo un cariñoso saludo tanguero y será si Dios quiere, hasta el próximo encuentro.



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Artículo revisado: Hoy recordamos a José “Pepe” Libertella: Clasificación: 5 Revisado por: Cadena Noticia Sur