Se larga la carrera electoral con la inocultable manipulación de Mauricio Macri apostando a la división de los sectores opositores, incluyendo a los pejotistas.
Luján mostró una multitud entusiasta y heterogénea, moyanistas y kirchneristas, sectores sociales y religiosos, ateos y creyentes.
"Unidos por Paz, Pan y Trabajo" legendaria consigna de una etapa histórica que no debería repetirse… pero!!!.
Al mismo tiempo el aceitado equipo propagandístico de Macri lanzó la campaña para aumentar la confusión en aquellos que sólo leen los títulos.
Los trols emparentan a Moyano con Bergoglio y acentúan una presunta influencia de los gremialistas sobre los representantes de la Iglesia.
Las palabras de Pablo Moyano no ayudan a aclarar el tema y menos los kirchneristas fanáticos que ven en la Iglesia Católica el freno al tema aborto.
Pero evidente también es el plan de Macri para alejar la posibilidad de que surja alguna unidad real de la oposición que obligue a lo empresarios a utilizar el plan B. (editorial: LA FARSA DE LA DEMOCRACIA… "Este coloquio de ideas 2018 *realizado por el poder económico selecto* pone en blanco sobre negro lo antes dicho. Ven tambalear la candidatura de Macri porque no les cierran las encuestas, y se proponen el plan B y el Plan C.
Plan B: Apoyar a María Eugenia Vidal, porque aun no le alcanzó el tsunami, es decir la tormenta que provocó el mismísimo Macri. Pero si la tormenta arrasa todo podrían buscar figuras alternativas como la de Monzó").
La división del pejotismo (en aumento) es conveniente para el plan de Macri, ningún sector podría ganar en primera vuelta y así en el ballotage otra vez y aunque sea tapándose la nariz la clase media votaría por la continuidad del "ajustado pero bañadito".
Macri alienta que algunos sectores progresistas (Massa, Stolbizer, Alfonsín) en nombre de un purismo discutible se mantengan alejados de la unidad que permitiría a la oposición ganarle a CAMBIEMOS.
También colaboran con esta división los sectores fanatizados que se ven a si mismos como los ángeles flamígeros para la venganza popular.
El río avanza y lava las orillas de una grieta que por ahora parece insoluble.
Pero tal vez la dura realidad ayude a clarificar sobre las acciones correctas para evitar tanto sufrimiento de los más desposeídos y la estrepitosa caída de los sectores medios.
En los municipios del Conurbano esta situación se patentiza en conflictos que los viejos barones no pueden controlar del todo.
En Ezeiza sectores de trabajadores terminan peleando en frente del edificio municipal reclamando soluciones a quienes los han venido usando en favor de equívocas políticas, en Esteban Echeverría el cierre de empresas diluyen muchas gestiones que sólo alcanzan a pocos.
No escapan a esta lógica el resto de los municipios sean pejotistas o del PRO.
El 2018 termina de la peor manera imaginable, la inflación sigue creciendo, el poder adquisitivo sigue bajando y la desesperanza se eleva en todas las encuestas de manera exponencial.
Se puede ganar una elección con la mentira, pero es difícil gobernar con la mentira.
0 comentarios :
Publicar un comentario