Una niñera filmó a la madre del menor de 3 años mientras lo golpeaba y lo insultaba, si bien hay más videos, hasta el momento solo se difundieron dos de ellos.
La agresión se produjo en una casa ubicada en la localidad de Hurlingham. Si bien Gabriela González, divorciada y con un hijo de 3 años, vive en Ituzaingó, había ido unos días a una quinta.
Por la viralización de las imágenes, la fiscalía pidió la detención preventiva de la madre, que fue efectivizada por un juez.
Las dos mujeres se habían conocido en una clase de pilates empezaron a hablar y un tiempo después, le preguntó si podía cuidar a su hijo.
“Ella cambiaba de niñera continuamente”, señaló Karina, eso fue lo primero que le llamó la atención, pero aún así tomó el trabajo.
Lo veía muy nervioso al nene manifestó la mujer, empecé a notar cosas extrañas como raspones en la cara y moretones.
Lo veía muy nervioso al nene manifestó la mujer, empecé a notar cosas extrañas como raspones en la cara y moretones.
La madre estaba separada desde hacía un tiempo del papá de su hijo, a quien le había puesto una restricción perimetral, y no pasó mucho tiempo más para que la niñera fuera testigo de los malos tratos.
Cuando quiso intervenir la mujer la amenazó, así llegó como un último recurso desesperado a grabar con su celular las crueles escenas que después se viralizaron.
Cuando quiso intervenir la mujer la amenazó, así llegó como un último recurso desesperado a grabar con su celular las crueles escenas que después se viralizaron.
Filmó solo unos minutos, pero cuando la mujer subió con el chico a la planta alta de su casa dejó el celular y fue detrás de ella. “Lo estaba ahogando en la bañera”, relató todavía conmocionada por lo que vio y agregó: “Se lo saqué de los brazos”.
Después contó que fue con ese video a ver al padre del nene, cuando se lo mostré lloraba y me agradecía, era la prueba que necesitaban para rescatar a Franco de ese calvario.
Después contó que fue con ese video a ver al padre del nene, cuando se lo mostré lloraba y me agradecía, era la prueba que necesitaban para rescatar a Franco de ese calvario.
La víctima vive ahora con su papá, quien quedó con la custodia.
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