Las personas buenas, cuando se van nos dejan un vacío difícil de llenar.
Bueno, genio, querido y popular... la envidia de cualquier artista, su perfil bajo lo agigantó de tal manera que su mirada es una "estrella guía" para aquellos que saben ver.
Roberto Fontanarrosa, cariñosamente “El Negro”, nacido un 26 de noviembre de 1944, en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe.
Una hermosa ciudad a orillas del Paraná, semillero de talentos artísticos, donde se inspiraba para escribir haciendo culto a la amistad con queridos personajes de la bohemia local, en “la mesa de los galanes” del famoso bar “El Cairo”.
Fue un destacado dibujante, humorista, periodista gráfico y escritor.
Fue un destacado dibujante, humorista, periodista gráfico y escritor.
Alguna vez comentó que uno de sus guías, fue Hugo Prat, en el dibujo.
A fin de la década del 60’, comienza su carrera como dibujante humorístico, en las revistas “Boom”, “Hortensia”, “Satiricón” entre otras…
Sus personajes más destacados fueron “Boogie el aceitoso”, y el gaucho solitario de la pampa argentina “Inodoro Pereyra” con su perro “Mendieta”... que lo parió!!!.
Le apasionaba el fútbol, deporte al cual dedicó muchas de sus obras, por ejemplo: “Puro fútbol”, “Los mejores cuentos de fútbol”, “El cielo de los argentinos”, “Cuentos de fútbol argentino” entre otros…
Como tenía la agudeza de un gran observador de la gente y de sus costumbres, sabía muy bien cómo narrar las mismas en sus destacados libros.
Como olvidar: “El rey de la milonga”, “El mundo ha vivido equivocado”, “No sé si he sido claro”, “Los trenes matan a los autos”, “El mayor de mis defectos”, por nombrar algunos.
Fue un gran maestro en captar el sentimiento popular, frente a las cosas que se reducen a la vida misma, resaltándolas con un gran sentido de humildad y humor: el amor, la pasión, la amistad, la locura y la muerte.
En las letras del Tango existen las temáticas que nuestro querido y recordado “Negro Fontanarrosa” supo muy bien expresar en sus sobresalientes obras!!!.
Un 19 de julio del 2007, se nos fue, pero quedaron sus obras, y seguramente estará “allá arriba” junto a sus amigos comiendo un sabroso asado y dispuestos a ver un partido de fútbol, así como en uno de sus cuentos “El cielo de los argentinos”.
Hasta el próximo encuentro amigos!!!.
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