EDITORIAL, "a un mes del ARA San Juan":

En hechos "angustiantes y extremos", el ser humano se pone a prueba.

En "situaciones delicadas", el Estado muestra su verdadera cara y capacidad de resolución, o tan solo hace AGUA.

Entre "tanto dolor", nuestra sociedad reacciona (mal o bien), pero reacciona.

Nada queda claro por miles de razones, el ciudadano en su conjunto descree de los "organismos que tienen que controlar e investigar".

La "Historia Argentina" nos sigue marcando a fuego, con momentos delicados y difícil de OLVIDAR... no tenemos que olvidar!!!.

Los 30 mil desaparecidos, la Guerra de Malvinas, la desmalvinización, los atentados terroristas, la tragedia de Once, Cromañón, boliche Kheyvis, colegio Ecos, el avión Austral, el vino adulterado (Mansero y Soy Cuyano), inundación de Santa Fe y La Plata, explosión Río Turbio, los muertos del 2001 etc. etc. por mencionar algunos casos.

La obligación es nuestra, mantener la MEMORIA, nos llevará algún día a tener un país en serio (con hombres y mujeres idóneos en sus cargos).

El ESTADO siempre nos defrauda, muestra que nos falta mucho, tanto nos falta, que no se puede calcular el daño, ni hacer futurología.

Las tragedias del día a día, deja al descubierto la INCAPACIDAD y la falta de RECURSOS a la hora de actuar como corresponde.

El ARA San Juan es un hecho testigo y concreto, 30 días y nada, 30 días y no sabemos que pasó?.

Se lo está buscando, gracias al apoyo de 13 países y al amor propio y solidario de nuestros hombres.

Como siempre la tecnología y los recursos económicos no son nuestros, la angustia y el dolor sí.

Hubo mentiras, se echaron culpas entre el Gobierno anterior y el actual, operaciones cruzadas, falsa información, un conflicto interno en la Armada, un ministro de Defensa (Oscar Aguad) que tendría que renunciar y un Presidente que nuevamente reaccionó tarde... muy tarde y con poco tacto.

En el mar están los 44 (43 hombres y 1 mujer), en tierra los familiares de los 44, destrozados, enojados, con esperanzas y peleados hasta con Dios.

Lo peor, ojala que no llegue... sería la indiferencia nuestra como pueblo.

A los dolientes de los 44 tripulantes, el respeto y fuerzas.

La que puede revertir esto y calmar un poco el dolor, es la Jueza de la causa (Marta Yáñez).

Y por último me sumo al clamor desde el amor... que no se abandone la búsqueda.