Argentina, volver al camino de la "Institucionalidad":

Luego de una dictadura sangrienta y de décadas de gobiernos de facto, en 1983 la Argentina inicia el camino de la "institucionalidad definitiva", pero el poco valor de los commodities, las altas tasas de interés y una economía incapaz de generar riqueza, lleva a una gran crisis económica, y por ende el camino se desvía.

La sociedad comienza a ser tolerante con la corrupción y el “roba pero hace”, cada vez mas gente lo comenta y lo predica de un modo natural.

La JUSTICIA se deja acorralar por la POLÍTICA y empieza una lenta y mortal decadencia de las instituciones.

Desde entonces ningún líder surgió que fuera capaz de retomar el camino de la institucionalidad y llegamos al día de hoy con prácticamente la totalidad de las organizaciones “políticas, económicas, sociales y educativas” con un funcionamiento a medias, que no mejoran la vida de la gente. Cada vez más cuesta arriba.

En 1993 el Premio Nobel de Economía es ganado por Douglass North, quien postula que las institucionalidad impone “las reglas del juego del funcionamiento de una sociedad, son las restricciones concebidas por el hombre que configuran las interacciones entre los seres humanos” y que hay dos clases de institucionalidad:

“La impuesta formal (toda las leyes) y la informal autoimpuesta (comportamientos, costumbres, culturas, ética)”.

Aclara: “No debe confundirse la organización con la institución, se crean organizaciones de acuerdo a la matriz institucional” y que “las políticas económicas para los países en desarrollo no pueden limitarse a la aplicación mecánica de recetas… sino que deben tener en cuenta la historia y las instituciones reales que funcionan en cada país”.

Los argentinos debemos retomar el camino de la institucionalidad, que es la única forma de generar el trabajo que necesita el pueblo para dejar atrás la pobreza, la corruptela y la injusticia que hoy vivimos.

El gobierno debe tomar la institucionalidad como POLÍTICA DE ESTADO, si realmente quiere provocar un cambio, debe hacer un culto al apego a la "Ley y a la Ética".

Si no puede generar ese cambio, esta oportunidad será desperdiciada y el perjudicado será nuevamente el pueblo argentino en su conjunto.

Les dejo otra mirada, una pregunta... nosotros como sociedad que podemos aportar?.

La INSTITUCIONALIDAD de nuestro país, hará que no caigamos en la Ley del Péndulo (de un extremo al otro).