Los jóvenes fueron identificados como Martín Ríos, de 25 años, y Silvio Alejandro Antúnez, de 24 y eran oriundos de la localidad Jardín América.
Ríos era hijo del ex intendente de la localidad, Miguel Ríos, ambos aparecieron con numerosos disparos en su cuerpo en la Ruta BR 163, dentro del Municipio de Realeza y a pocos kilómetros de la localidad misionera de Andresito.
El primer cuerpo encontrado fue el de Antúnez, quien estaba tirado sobre un costado de la ruta encima de un charco de sangre y con un arma Bersa calibre .380 cerca de una de sus manos.
Antúnez tenía tres orificios de bala en el pecho y otros dos en la espalda. Además en los bolsillos de su campera se encontraba una muy grande cantidad de dinero en pesos.
El cadáver presentaba una gran cantidad de rasguños, por lo que se cree que fue arrastrado varios metros por el autor del crimen.
El primer cuerpo encontrado fue el de Antúnez, quien estaba tirado sobre un costado de la ruta encima de un charco de sangre y con un arma Bersa calibre .380 cerca de una de sus manos.
El cadáver presentaba una gran cantidad de rasguños, por lo que se cree que fue arrastrado varios metros por el autor del crimen.
Además, cerca del cuerpo aparecían signos de frenada de un vehículo en el asfalto.
Ríos fue encontrado a decenas de kilómetros de donde yacía su amigo.
El hijo del ex intendente apareció junto a su camioneta Chevrolet S 10 y con más de cinco orificios de bala en su cuerpo
La principal hipótesis que maneja la policía es la de un ajuste de cuentas.
Antúnez cayó en la trampa que le tendieron los integrantes de un grupo mafioso al que estaba vinculado, le confirmaron a los familiares.
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