La gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, recibió una muy mala noticia (en casa de herrero, cuchillo de palo).
Su ex marido e intendente de Morón, no la está pasando para nada bien y está en su peor momento político.
El Concejo Deliberante de ese distrito rechazó por amplia mayoría las cuentas del jefe comunal de "Cambiemos" correspondientes al ejercicio fiscal del año pasado (2016) que, según las denuncias de la oposición, muestran "una vez más cómo se desmantelan las principales políticas públicas con un presupuesto sub-ejecutado, inflado, dibujado y con serias irregularidades en su ejecución", entre las que nombraron haber invertido sólo el 50 % de lo presupuestado en seguridad.
Según detallaron desde la oposición luego de la sesión, observaron una "fuerte sub-ejecución" del presupuesto en áreas como seguridad y políticas sociales, además de "falta de información" sobre el destino de esos fondos que no se invirtieron.
También, apuntaron contra el Gobierno local por haber escondido datos y haber negado el acceso a los principales expedientes para analizar el ingreso de recursos.
Estos detalles fueron denunciados por los bloques del Frente para la Victoria, el Frente Renovador, PJ y el Socialista.
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