Lucas Gómez, padrastro de Florencia Di Marco (la niña de 12 años asesinada), fue encontrado ahorcado en su celda en una cárcel de San Luis, el juez Sebastián Cadelago aseguró que (el suicidado), dejó tres cartas con las que pretendía desligarse del crimen de la nena.
Las cartas redactadas fueron dirigidas a su madre, a su mujer Carina y a sus hijos.
Las cartas que escribió, fueron encontradas sobre una Biblia en el escritorio de la celda.
De los chicos tan sólo se despedía, mientras que a su madre le pedía que los cuidara, aunque de todos modos, la carta más interesante para la Justicia fue la dirigida a su mujer.
"Le decía que él no había matado a Florencia, que la noche del hecho la encontró colgada en su habitación y que empezó a tomar y a consumir drogas y que tiró el cuerpo en otro lado porque pensó que le iban a echar la culpa”, informó el magistrado.
Gómez se encontraba en un pabellón con seis celdas en un penal de máxima seguridad, totalmente aislado y monitoreado de manera permanente por una cámara de seguridad.
Pese a que podía ser el blanco de represalias por parte de los otros presos y que no podía descartarse la posibilidad de un suicidio, los controles no alcanzaron para evitar que ingresara un lápiz, para escribir las cartas, y el cable, con el que después se quitó la vida.
"Gómez usó un cable de red, de esos de internet unido al cordón del jogging que tenía puesto. Creemos que el cable lo cortó de la instalación de un teléfono que estaba ubicado en el pabellón, en el espacio común”, afirmó Cadelago.
Gómez se encontraba en un pabellón con seis celdas en un penal de máxima seguridad, totalmente aislado y monitoreado de manera permanente por una cámara de seguridad.
Pese a que podía ser el blanco de represalias por parte de los otros presos y que no podía descartarse la posibilidad de un suicidio, los controles no alcanzaron para evitar que ingresara un lápiz, para escribir las cartas, y el cable, con el que después se quitó la vida.
"Gómez usó un cable de red, de esos de internet unido al cordón del jogging que tenía puesto. Creemos que el cable lo cortó de la instalación de un teléfono que estaba ubicado en el pabellón, en el espacio común”, afirmó Cadelago.
El reo se colgó desde una ventana metálica.
Aunque el cuerpo no presentaba lesiones, se esperarán los resultados definitivos de la autopsia para confirmar el suicidio.
“Quizás se podría haber prestado más atención o cuidado”, reconoció el juez.
Por su parte Hugo Scarso, jefe del Servicio Penitenciario Provincial, había anticipado que abrirán una investigación administrativa para determinar cuál fue la responsabilidad del personal que tenía a cargo el cuidado del preso.
Por su parte Hugo Scarso, jefe del Servicio Penitenciario Provincial, había anticipado que abrirán una investigación administrativa para determinar cuál fue la responsabilidad del personal que tenía a cargo el cuidado del preso.
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