El dolor de perder todo:
Casi mil familias se han visto afectadas este fin de semana por las impresionantes inundaciones en el sur de Tucumán, donde la crecida del río Marapa puso en jaque a las localidades de La Madrid y Graneros, y muchos parajes rurales, tras varios días de intensas lluvias.
Alrededor de 300 familias se vieron obligadas a dejar sus hogares en las zonas más perjudicadas por los desbordes de ríos y arroyos, mientras que el resto de los perjudicados están aislados por tierra, en momentos en que no llueve en la zona pero se mantiene el alerta meteorológico en todo el territorio provincial, según lo anunciado por el director de Defensa Civil, Fernando Torres.
El Gobierno instaló baños químicos y distribuyó alimentos y bebidas, mientras que se habilitaron escuelas en Monteagudo y Simoca como opción de refugio.
El desborde del río San Francisco y de acequias y canales anegó además las comunas de El Palancho, La Esperanza, La Invernada, Domingo Millán, El Mistol y Rodeo Grande, adonde sólo se puede acceder con los botes de la Policía Lacustre.
El director de Vialidad Provincial, Ricardo Abad, alertó que las rutas provinciales 334, que une de oeste a este La Cocha con Taco Ralo, y la 331, entre Aguilares y Los Agudos, están cortadas por las inundaciones.
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