Tres países y la participación del ciudadano:
En menos de una semana se han producido en la región algunos hechos políticos que merecen un análisis, ya que los mismos son producto del humor social de la gente cuando ve peligrar el normal funcionamiento de las instituciones, en el caso de Argentina y Paraguay.
Comencemos el análisis por Venezuela donde se vota, pero el sistema de garantías democráticas no existe, donde hay presos políticos y demás anomalías constitucionales.
Allí el polémico presidente Nicolás Maduro, mejor dicho, el Supremo Tribunal que había cerrado el Congreso, debió dar marcha atrás, producto de la condena de la "chavista Fiscal General, Luisa Ortega Díaz", y por la presión del pueblo en la calle, reclamando no solo por este episodio, sino también por el caos que genera la alta inflación y el desabastecimiento.
Por otra parte en Paraguay, el Senado aprobó una enmienda de la constitución que permite la habilitación para un segundo período del Presidente Horacio Cartes, lo que provocó violentas protestas (tristemente con un muerto, decenas de heridos), y mas de 200 detenidos.
Y el conflicto no tiene mira a solucionarse tan fácilmente.
Mientras tanto en la Argentina, luego de varias semanas de protestas por parte de Movimientos Sociales, Centrales Obreras, la Izquierda y el Kirchnerismo, estos últimos, apelando a consignas golpistas, como así también reivindicando a los grupos armados que sembraron de violencia el país en los años 70, todo en un marco contra la política económica del Presidente Mauricio Macri.
Con este escenario la ciudadanía con un impulso casi espontáneo salió a manifestarse por miles, en muchas plazas a lo largo y ancho de la Argentina, con un férreo, pero ejemplar mensaje, defender el sistema democrático, así como lo hizo hace 30 años para defender las instituciones frente a los alzamientos cara pintadas de "Semana Santa".
En ese proceso de recuperación y defensa de la "Democracia" los argentinos dijimos "Nunca Más" y aprendimos.
Los que no aprendieron son algunos dirigentes, que nos vuelven a proponer candidatos testimoniales, algo a lo que no hace muchos años los argentinos, exclamamos NO.
Ojalá todos podamos interpretar que el pueblo salio a defender un sistema, no a un gobierno, si nos equivocamos estaríamos cayendo en un fanatismo, que no nos lleva a buen puerto, y nos lastima en lo mas profundo de nuestro ser.
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