Se puede calificar de inhumano trabajar así.
Las ferias en el distrito representan trabajo genuino y una contención para la economía local en épocas de crisis.
Miles de vecinos (que votan), transitan por este barrial, para hacer sus compras.
Hay tres puntos sensibles: En Ezeiza-La Unión (sobre la calle 12 de Octubre), que cada vez que caen dos gotas "la feria se convierte en un chiquero", tal vez el municipio está esperando que llegue el salvador "Lalo Feria" (sic), para darle dignidad a esas personas.
En Tristán Suárez los feriantes pueden desarrollar su actividad con mas facilidad, siempre y cuando no llueva (ya que parte de esta actividad se realiza sobre asfalto).
Pero en Carlos Spegazzini, el desinterés del municipio se hace sentir muy fuerte.
Cabe destacar que cada puestero "paga un canon mensual", para poder trabajar.
Esto ocurre tan solo en un trayecto de 200 metros (no hay fondos económicos?, ni voluntad?, ni ideas?), para solucionar esto.
Calle Néstor Kirchner (paralelo a la ruta 205), entre Curuzú Cuatiá y Sarmiento a metros de la estación de trenes.
A esta desidia de la gestión Granados, se le suma la incompetencia de AySA, desde el sábado hay un caño roto y nadie hace nada.
Los trabajadores y vecinos (clientes), tienen que convivir con el peligro de: "AGUA+BARRO+ELECTRICIDAD", un combo complicado, sin mencionar a las personas mayores, que están propensos a caerse y lastimarse.
Para pensar... las "ferias son un punto codiciado" por aquellos que son candidatos a concejales e intendentes, de todos los colores políticos (después todos se olvidan, los que entraron y los otros), que allí hay personas de carne y hueso.
Teléfono para quién corresponda!!!.
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