Educación, escuela, sistema y estado:
La "Ley de Educación" no es tan ambiciosa, solo pretende que los futuros ciudadanos sean educados para el trabajo y para el estudio, como lo era antes, pero la realidad nos dice que los chicos de hoy ni siquiera interpretan lo que leen y el índice de ausentismo y abandono escolar son altísimos.
El sistema edilicio esta colapsado, no solo faltan nuevas escuelas para cubrir la demanda de los mas pequeños que van al jardín, sino que la falta de mantenimiento es alarmante.
El sistema edilicio esta colapsado, no solo faltan nuevas escuelas para cubrir la demanda de los mas pequeños que van al jardín, sino que la falta de mantenimiento es alarmante.
Un par de ejemplos:
Pasan años para que se arregle un vidrio astillado o reponer un tubo de iluminación.
Cuando hablamos de la evaluación del sistema educativo, solo se lo hace a los docentes y a los alumnos.
Cuando hablamos de la evaluación del sistema educativo, solo se lo hace a los docentes y a los alumnos.
Y al resto del sistema, para cuando?.
Aulas superpobladas (hasta 80 alumnos), falta de mantenimiento, no hay suficientes sillas ni pupitres, aulas improvisadas, falta de áreas para educación física, etc. etc., son también parte que explican el fracaso actual.
Si queremos que nuestros chicos sean educados para el trabajo y para el estudio hay que incorporar tecnología para enseñar, no podemos seguir usando la misma que impulsó Sarmiento hace 150 años: la tiza y el pizarrón.
Debemos tener aulas conectadas a Internet de alta velocidad con facilidad para proyectar las clases de maestros y profesores.
El uso de imagen y sonido hoy es fundamental para el proceso enseñanza-aprendizaje.
La posibilidad de compartir las formas mas exitosas en un gran WIKI de maestros y profesores es de fácil implementación.
En definitiva, el sistema educativo necesita de recursos económicos que ningún gobierno hasta hoy estuvo dispuesto a invertir y gestionar adecuadamente.
Todos sabemos que la educación es la mejor manera de tener un país igualitario, pero a la hora de gobernar, priman otras razones.




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