Todo era presión, y había que ganar sí o sí y mas de local.
Tras perder el clásico con su eterno rival (Racing), y en medio de un clima caliente con sus hinchas, Independiente se impuso 1 a 0 y festejó.
En frente estaban los suplentes de Marcelo Gallardo, que guardó su equipo titular para la final de la Copa Argentina.
El gol le dio aire a Milito, gracias a Diego Vera, que de cabeza y en el segundo tiempo, marcó el único tanto del partido.