La medida se toma porque la sede local del Instituto San Martín de Porres se encuentra a apenas unos 200 metros de la cancha de ese club aquejado desde hace años por los continuos enfrentamientos entre facciones internas de su barra brava.
El equipo de extensa historia en el ascenso habitualmente jugaba sus partidos los sábados o los domingos, pero desde hace algunos años los partidos de Primera B se disputan en ocasiones en día de semana y en horario laboral.
Según denuncian directivos del instituto situado en Estocolmo al 2400, los cambios en la rutina afectan seriamente a las personas que padecen el trastorno.
El pedido que formulan a la Aprevide (Agencia de Prevención de Violencia en el Deporte), al Municipio y a la AFA, consiste en que Almirante Brown sólo juegue los fines de semanas, como antiguamente era habitual, o en horario nocturno.
Los directivos denuncian situaciones problemáticas por enfrentamientos entre las facciones de la hinchada, que causan angustia especialmente en el alumnado.
Ana María Stiuso, Vanesa Ludueña y Daniel Romano, coordinadores de las unidades terapéuticas y educativas, advirtieron, que las 350 familias alteran su ritmo porque los chicos vuelven antes.
Y para ellos, esos cambios alteran su conducta e impiden su aprendizaje.
Cuando llega el desalojo se angustian, lloran, se desorganizan, y el entorno los abruma: los barras, los bombos, las peleas, los tiros a veces.
Se han puesto chapones en los frentes del Porres, sobre la calle Lascano, porque si hay balazos nunca se sabe dónde pegan. Para colmo, antes había dos barras enfrentadas… ¡y ahora hay cuatro!", se quejaron.
Claudio Hunter Watts, socio fundador y presidente de la Cooperativa San Martín de Porres advirtió, con el club no tenemos problemas: presta un buen servicio a la comunidad. ¡Pero no puede manejar a las barras! Que a veces, cuando nos retrasamos un poco con el desalojo, ¡invadieron la escuela, y tuvimos que refugiarnos para que no nos agredieran!.
Marco Carrizo, padre de Camilo, un alumno de 14 años, advirtió que su hijo se fastidia, se pone a llorar, se torna nervioso y agresivo, y no hay manera de explicarle qué pasa, ni de consolarlo, porque su angustia no se traduce en palabras.
El autismo es un trastorno psicológico que se caracteriza por la intensa concentración de una persona en su mundo interior y la progresiva pérdida de contacto con la realidad exterior.
Se han puesto chapones en los frentes del Porres, sobre la calle Lascano, porque si hay balazos nunca se sabe dónde pegan. Para colmo, antes había dos barras enfrentadas… ¡y ahora hay cuatro!", se quejaron.
Claudio Hunter Watts, socio fundador y presidente de la Cooperativa San Martín de Porres advirtió, con el club no tenemos problemas: presta un buen servicio a la comunidad. ¡Pero no puede manejar a las barras! Que a veces, cuando nos retrasamos un poco con el desalojo, ¡invadieron la escuela, y tuvimos que refugiarnos para que no nos agredieran!.
Marco Carrizo, padre de Camilo, un alumno de 14 años, advirtió que su hijo se fastidia, se pone a llorar, se torna nervioso y agresivo, y no hay manera de explicarle qué pasa, ni de consolarlo, porque su angustia no se traduce en palabras.
El autismo es un trastorno psicológico que se caracteriza por la intensa concentración de una persona en su mundo interior y la progresiva pérdida de contacto con la realidad exterior.
Por lo general dura toda la vida, de acuerdo con el Manual de Psiquiatría Infantil de J. de Ajuriaguerra.
Las alteraciones en la rutina traducidas en las evacuaciones realizadas por la Policía para protegerlos de los barras, son una grave alteración en la rutina, que se traducen en una creciente angustia para los alumnos del instituto.
Las alteraciones en la rutina traducidas en las evacuaciones realizadas por la Policía para protegerlos de los barras, son una grave alteración en la rutina, que se traducen en una creciente angustia para los alumnos del instituto.
