Un porcentaje de los "argentinos" andan por la vida filosofando algo que en el fondo los condena.
Y casi la otra mitad está pobre, pobre de compromiso, pobre de pensamientos, pobre de solidaridad y pobre de convicciones.
El "resto" critica y difama a los que quieren pegar el "grito" y accionar para un cambio profundo.
Minimizar al otro, es moneda común y lamentablemente, es la que mas prende, el "conventillo" barato une a mas de uno, con un sólo propósito, alimentar su baja autoestima y elevar su ego furioso a base del fracaso como ser humano.
Un "sabio" dijo: desconfía del que se autodefine como un buen tipo y honesto, se es o no, decirlo no sirve!!!.
El que es "rico y millonario", creemos que no robará, y quién lo dice?. Sería como ratificar, como verdad absoluta, que el pobre es el "chorro" del mañana.
Las medidas económicas que provienen del mismo sistema, ese sistema perverso, ponen de rodillas a los mas indefensos.
Mientras la tranquilidad cómplice y pasiva de muchos, provocan el combustible de la maquina de picar gente.
Creemos que somos los mejores y apena nos alcanza para sobrevivir, de valores ni hablar.
Confundimos todo, nos abrazamos con un triunfo de un partido de fútbol y nos matamos para saber si la corrupción es K o M. Olvidando que los que roban tienen que estar "presos" sean del partido político que sea.
Nos duele el hambre?, la falta de trabajo?, la inseguridad?, el no tener salud ni educación?, el ser personalista?.
"Que cosa fuera, corazón, que cosa fuera... la masa bien unida, sabiendo cual es el objetivo y en sintonía con lo que verdaderamente importa".
Hasta que no aprendamos, seguiremos siendo tan "insensibles, tan nulos y mala persona, así de claro", que:
Las penas y las vaquitas
se van par la misma senda.
Las penas son de nosotros,
las vaquitas son ajenas.