La investigación se había inició el año pasado tras la denuncia de la madre de una de las víctimas y terminó con el hallazgo de numerosas imágenes que muestran al acusando en pleno ataque sexual.
El presunto abusador, que se desempeñaba en el Consejo General de Educación (CGE) y había ocupado cargos en la Unión de Docentes de la Provincia de Misiones (Udpm), tenía residencia en la localidad de Oberá, a unos 100 kilómetros de Posadas.
De acuerdo con fuentes cercanas a la investigación, en esa localidad se realizó un operativo para detener al acusado, quien intentó escapar por los muros aledaños a su vivienda pero fue rechazado por los vecinos.
Aún así, logró llegar a la calle, donde finalmente fue detenido.
El juez de instrucción Ricardo Balor había autorizado el procedimiento a requerimiento de la fiscal María Laura Álvarez, después de evaluar fotografías y videos de menores de edad en actos sexuales, en algunos casos con el acusado.
El caso salió a la luz en mayo, después de que una mujer expresara públicamente su malestar por el estancamiento de la investigación contra el docente, a quien acusó de intentar seducir a su hijo adolescente por internet, con el fin de abusar de él.
La mujer denunció el caso el año pasado tras acceder a la cuenta de Facebook de su hijo y descubrir diálogos de elevado tono erótico con una supuesta joven, que en realidad era un hombre de unos 30, 35 años.
Al parecer, el adolescente, acompañado por un amigo, asistió a una cita con el desconocido, quien lo habría invitado a su casa. Con los datos proporcionados por el menor, la mujer visitó el Facebook del docente y su desconfianza la llevó a requerir ayuda a la policía.
En principio, la justicia encuadró el hecho como una "tentativa de abuso" e impuso una caución al acusado -que evitó la detención-, pero la investigación se reactivó recientemente por la denuncia pública de la madre de la víctima.
Así las cosas, con la intervención de especialistas de la secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas del Poder Judicial, se determinó que en una computadora que había sido incautada en aquella oportunidad de la casa del acusado había elementos que probaban los ataques sexuales.
En concreto, los investigadores lograron rescatar de la memoria decenas de fotografías y videos de menores de edad desnudos y en situaciones íntimas con el imputado, por lo que el juez Balor ordenó su arresto.
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