EDITORIAL, "de fracaso en fracaso":

Leo en la sabelotodo internet:

“La palabra fracaso proviene del bajo latín y del italiano “fracassare” queriendo significar algo destrozado.

Se emplea con una connotación profundamente negativa cuando no se cumplen las metas proyectadas o soñadas que nos conducirían al éxito.

Esto puede deberse a nuestros propios errores o limitaciones, o al entorno, que puede resultar no satisfactorio a los planes. (http://deconceptos.com/ciencias-sociales/fracaso)”

Podemos enfrentar la palabra fracaso con otra palabra que parece ser la contracara: “éxito”.

Entonces inferimos que éxito es lograr los objetivos presupuestos, las metas trazadas o los proyectos ideados.

¿Cuáles son esos objetivos, metas o proyectos de los argentinos?.

Parece ser que cada individuo tiene los suyos propios, pero ¿hay un objetivo, meta o proyecto común?.

Si los objetivos, metas o proyectos son difusos, seguramente el fracaso también lo es. Aunque el dolor del fracaso aparezca siempre como profundo e inigualable.

En Estados Unidos se desarrolló la copa América (versión 2016) con un pueblo que no tiene como objetivo, meta o proyecto, el fútbol.

No puede haber fracaso, entonces en el hecho de que su selección terminara cuarta. Para muchos argentinos el fútbol es una pasión, una cuestión de vida o muerte, a punto tal que partido tras partido, bandos antagónicos se matan en trifulcas que involucran a propios y extraños.

Pero, además, para muchos argentinos es un modo de vida, barras bravas, políticos que usan las barras bravas y comerciantes que comercian con las barras bravas.

¿Puede ser el fútbol, en la versión actual, un objetivo, meta o proyecto de nuestro pueblo?.

Responder esto me da vergüenza. Hay otros deportes y otros deportistas que son orgullo de todos y tienen que pagarse el boleto para traer una medalla olímpica.

Bravo por LAS LEONAS que además de ganar su campeonato le dieron vuelta la cara al corrupto de Aníbal Fernández.

Un gesto de hidalguía en esta Argentina decadente. Si atendemos lo que pasa veremos que mientras los objetivos, planes o metas sean fijados por periodistas corruptos, dirigentes corruptos o barras bravas, y sigamos como una zanahoria inalcanzable utopías interesadas, las sensaciones de fracaso sucederán a otras sensaciones de fracaso, sin solución de continuidad.

Soy un gran optimista sobre el futuro de nuestra Argentina, pero en ese pensamiento está "usted".

Si dejamos de sentir éxitos ajenos y establecemos nuestros propios proyectos y metas, en un futuro no muy lejano no habrá más AFA corrupta, ni Intendentes corruptos ni concejales corruptos, y salir segundos significa eso que salimos segundos, de otros ya nadie se acuerda.

Ojalá podamos usar en la política, que también incluye al fútbol, paradigmas racionales y positivos.

Si Cameron (el ingles) renunció por su fracaso en el brexit, tenemos que reconocer nuestras limitaciones como sociedad cuando escondemos y justificamos la existencia de los delincuentes y endiosamos a los ineptos para representarnos como gobierno.

Saludo con entusiasmo la decisión de ciudadanos de Ezeiza que respondiendo a espacios políticos diferentes aúnan sus voluntades en la lucha contra la corrupción municipal.

No puede haber fracasos cuando se intenta poner los valores sobre los disvalores.