La intolerancia y el desprecio por el otro, hace de una "pequeñez" un hecho de violencia grave y repudiable.
El chófer salpicó de barro a un vendedor de tortillas que estaba ubicado a metros de la calle.
Sin mediar palabras, el vendedor ambulante subió a la unidad y con el vehículo en movimiento, empezó a golpear brutalmente al conductor.
El atacante se cayó después de unos segundos, producto del movimiento brusco que hizo el ómnibus por circular sin conductor.
Lo ocurrido quedó registrado por la cámara de la empresa.
Video gentileza El Diario Sur.


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